
El profesor de Economía Yanis Varoufakis confirmó el martes que se convertirá en el próximo ministro de Finanzas de Grecia, con la promesa de desafiar las políticas impuestas de austeridad y buscar soluciones que favorezcan a todos los europeos y no sólo los griegos.
Tras dos años de espera el primer ministro, Alexis Tsipras, y su partido Syriza llegaron al poder en las elecciones anticipadas del domingo en un contexto de enfado popular contra una austeridad auspiciada por Alemania.
El nombramiento de Varoufakis para la importante cartera de Finanzas indica la intención del Tsipras de adoptar una línea dura contra los negociadores de la UE y el FMI, acreedores del país, y revertir cuatro años de duras políticas económicas.
Se espera que Varoufakis sea nombrado formalmente cuando Tsipras desvele su gabinete el martes. Su administración será más pequeña y más centralizada que en el pasado, con la fusión de varios ministerios.
"Me dicen que es momento de aguantar o callarse. Mi plan es desafiar esa idea", escribió Varoufakis en su blog. "Continuaré escribiendo en este blog pese a que normalmente se considera irresponsable que un ministro de Finanzas caiga en formas tan burdas de comunicación", dijo.
Este economista no sólo es conocido en Grecia, también lo es en todo el mundo. El nuevo ministro de Finanzas cuenta con 130.000 seguidores en Twitter, entre sus miles de 'followers' se encuentran ilustres economistas como Nouriel Roubini o David Blanchflower.
"Vamos a desafiar los consejos que nos han dado... Aún así hay que ser dueño de un grado de estupidez muy amplio para creer que esto puede derivar en el conocido 'Grexit'", señala el economista griego.
Crítico desde hace tiempo de la gestión de la crisis de la zona euro de Europa, Varoufakis ha cargado contra los rescates de países en apuros de la zona euro calificándolos de "tortura fiscal" que corre el riesgo de convertir a Europa en una "casa de trabajo para pobres de la época victoriana".
En entrevistas la semana pasada, Varoufakis dijo que el nuevo gabinete se pondría rápidamente a trabajar en la implementación de las promesas de campaña para poner fin a lo que Syriza llama una "crisis humanitaria" en Grecia, luchar contra la corrupción y la burocracia.
Quizá Grecia no debería haberse unido nunca a la Eurozona, pero ahora salir sería como tirarse por un acantilado: "Las últimas líneas de la canción Hotel California explican bien dónde estamos: tú puedes entrar y echar un vistazo en cualquier momento, pero nunca puedes salir" del euro, explicó Varoufakis a Bloomberg en una entrevista.
El Gobierno encabezado por Syriza presentaría de inmediato una serie de proyectos de ley para luchar contra el "triángulo de la corrupción" compuesto por los medios de comunicación, bancos, constructores y proveedores del Estado, dijo al periódico Ta Nea.
En declaraciones a la radio irlandesa el martes Varoufakis también dijo que planeaba negociar una solución con los acreedores, diciendo que ya había tenido una charla "alentadora e inspiradora" con el jefe de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jeroen Dijsselbloem.
"No se equivoquen: lo que comienza hoy es un proceso de deliberación con nuestros socios europeos", dijo. "Como próximo ministro de Finanzas, les puedo asegurar que yo no voy a entrar en el Eurogrupo a buscar una solución que sea buena para el contribuyente griego y mala para los contribuyentes eslovacos, alemanes, irlandeses, franceses e italianos".
En una nueva señal de los desafíos a los que se enfrentará el gobierno de Tsipras, la agencia calificadora Moody advirtió de que la incertidumbre generada por la victoria de Syriza era negativa para la calificación crediticia del país.
Los críticos dicen que será difícil que Tsipras cumpla sus promesas de campaña sin agotar las arcas del Estado. Grecia está pendiente de recibir más de 7.000 millones de euros en créditos, aunque la entrega es incierta tras la victoria de Tsipras.