
La prensa alemana advierte de que la "falta de realismo" del programa griego puede crear decepción.
Ante las elecciones en Grecia, Alemania aguanta la respiración en la que, pese a que Merkel no ha querido reconocerlo, es una semana clave para la economía del euro. El jueves el BCE anunció que comprará 60.000 millones mensuales en activos (aunque por el momento no comprará bonos griegos) a partir de marzo, una medida que todos esperaban y que no satisface demasiado al Gobierno alemán, donde la opinión mayoritaria es que esta medida puede disuadir a países como Grecia, Francia o Italia de que apliquen las reformas estructurales.
Tras despejarse la primera gran incógnita, queda ahora por saber qué pasará el domingo en los comicios griegos. En las últimas semanas, los medios de comunicación germanos han publicado numerosos análisis tratando de adivinar las consecuencias de una más que posible victoria de Syriza. Muchos de estos artículos se centran en la influencia que los resultados del domingo puedan tener en el resto de Europa y, en concreto, en España, donde el fenómeno Podemos llama mucho la atención.
La alianza Podemos-Syriza
"Alexis Tsipras no está haciendo campaña para su partido, Syriza, que tiene muchas posibilidades de ganar en las elecciones parlamentarias del domingo en Grecia, sino por Podemos, sus hermanos españoles en espíritu" publicaba esta semana el diario Die Zeit. Tsipras escribió la semana pasada que una victoria de su partido abrirá un "camino nuevo y esperanzador" para España. Sobre las buenas relaciones entre el líder griego y Pablo Iglesias, Die Zeit se pregunta: "Tsipras e Iglesias, ¿son el dúo infernal de Europa?". Su respuesta es que "si uno sigue los pronósticos del líder de Syriza, al continente le acechan tiempos difíciles". Mientras tanto, en los círculos periodísticos ya empieza a hablarse de Tsipresias (después del célebre Merkozy que aludía a la buena sintonía entre Sarkozy y Merkel).
El líder de Syriza defiende con vehemencia la necesidad de una reestructuración de la deuda. "La derrota de la autoridad política de austeridad, la inseguridad, la corrupción y los escándalos comienzan en nuestros países", asegura refiriéndose a Grecia y a España. Los continuos guiños de Tsipras a Iglesias no son de extrañar, pues si su país se queda solo en sus presiones para alejar la austeridad, los expertos alemanes afirman que ni la UE ni los mercados financieros van a verse demasiado afectados. Pero otro gallo cantará si España, la cuarta economía de la zona euro, cierra filas con las demandas griegas.
El doble rasero de la victoria
Una victoria de Syriza supondría un mensaje de optimismo para los votantes de Podemos, apuntan los análisis germanos, que también advierten de que la otra cara de la moneda: "Syriza demostrará cada día lo difícil que es poner en práctica las promesas hechas desde la oposición" asegura la periodista Karin Finkenzeller. Grecia necesita renegociar sus préstamos con rapidez, y muchos expertos auguran que esa urgencia podría obligar a un hipotético gobierno de Syriza a rebajar su programa. Si la formación decepciona en su gestión, es posible que disuada a muchos potenciales votantes de Podemos, apunta Finkenzeller.
En ese sentido, algunos medios de comunicación germanos destacan que Pablo Iglesias va moderando su discurso a medida que se acercan las elecciones, especialmente en cuestiones económicas. Syriza acusa al Gobierno de Angela Merkel de hacer propaganda en contra de su partido. El secretario general de Podemos, Juan Carlos Monedero, va más allá: "Tengo la impresión de que Grecia es la bomba de Hiroshima del Cuarto Reich, con la que quieren enviar una advertencia al resto de Europa ", dijo en una entrevista.
Tras los comicios, la atención política de Alemania se centrará en la marcha que Podemos ha convocado en Madrid para el 31 de enero, barómetro del poder de convocatoria de la formación de Iglesias.