Economía

El FMI espera que España registre este año su mayor expansión económica desde 2007

  • España crecerá un 2 por ciento este año
  • Nuestro país adelanta a Alemania, Francia e Italia
  • El crudo barato aumenta el riesgo de deflación

España se ha convertido en la locomotora económica de los cuatro ases europeos. En su última revisión sobre las Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), el Fondo Monetario Internacional revisa al alza en tres décimas la expansión de nuestro país, cuyo producto interior bruto crecerá un 2% en 2015. Un optimismo aguado por el paro: la OIT cree que no bajará del 21% al menos hasta 2020.

El año que viene, el avance se mantiene intacto en el 1,8%. Así, no sólo el galope español se distancia de otras economías periféricas, como Italia, donde la situación sigue siendo comatosa, sino que superará con creces el avance de Francia y Alemania hasta 2017.

Recordemos que España crecía a un ritmo del 3,4% en 2007, en la cima de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo el azote de la crisis financiera mundial hundió su crecimiento hasta el 0,9% un año después para sumirse en una recesión en 2009 y 2010. La economía repitió crecimiento negativo, del 1,6% en 2012, cuando se llegó a temer por su viabilidad. No fue hasta el año pasado cuando nuestra economía recuperó la senda del crecimiento, con un avance del 1,3%.

"A nivel individual de cada país, las fuentes divergentes dibujan un contexto complicado", aseguró Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo Monetario Internacional. El efecto positivo para el crecimiento derivado de la caída del crudo, que ha perdido ya un 55% de su valor desde septiembre, acompañado de la depreciación del euro, ha sido neutralizado por el impacto negativo de la resaca dejada por la crisis y el bajo crecimiento potencial de muchas economías.

"Supone buenas noticias para los importadores de petróleo, pero malas para los exportadores. Buenas noticias para los importadores de materias primas, pero malas para los exportadores. La continuidad de los problemas para los países que todavía muestran las cicatrices de la crisis. Mejores noticias para los países ligados al euro y al yen que para los que están ligados al dólar", explicó Blanchard en la presentación del documento que ha tenido lugar hoy martes en Pekín.

La eurozona se debilita y el riesgo de deflación aumenta

En este contexto, la eurozona pierde fuelle en un momento en que la inversión sigue siendo débil y la inflación continúa retrocediendo. "En la gran mayoría de las economías avanzadas, el abaratamiento del crudo supone una inyección para el crecimiento y el incremento en la demanda es bienvenido", indicó el economista jefe de la institución, sin embargo la actualización del WEO advierte que, de mantenerse, la caída del crudo "contribuirá a una mayor caída en las expectativas inflacionistas, aumentando el riesgo de deflación".

Si bien España es la única economía avanzada junto a Estados Unidos que no sufre rebajas y, de hecho, mejora, el conjunto de la zona euro mantiene su debilitamiento, con una expansión del 1,2% y el 1,4% para este año y el que viene respectivamente. En esta cifra debemos tener en cuenta que la economía alemana avanzará siete décimas por detrás de la española mientras nuestros vecinos galos se quedan a las puertas de una expansión que no alcanza el 1%.

"El estancamiento y el bajo nivel de inflación siguen suscitando preocupación en eurozona", alertaron desde el Fondo, donde avisaron que las presiones inflacionistas han vuelto a bajar y los shocks adversos, tanto internos como externos, podrían conducir a retrocesos en los precios.

En este sentido, los funcionarios de la institución criticaron la lenta respuesta por parte del Banco Central Europeo y sus políticas monetarias. Recordemos que en su última edición de octubre, Blanchard ya advirtió que existía un riesgo de que la recuperación en la zona euro puediera estancarse, que la demanda se debilitase aún más, "y que la baja inflación pueda convertirse en deflación". En sus cálculos de entonces, España y Grecia eran los países más proclives a sufrir una japonización.

Dicho esto, Blanchard y sus chicos esperan que la actividad en la eurozona estará respaldada por el descenso de los precios del petróleo, una política monetaria más distendida, algo que los mercados financieros ya anticipan en general y que las tasas de interés reflejan, una orientación más neutral de la política fiscal y la reciente depreciación del euro.

Pero estos factores quedarán compensados por el debilitamiento de las perspectivas de inversión, que en parte refleja el impacto del menor crecimiento de las economías de mercados emergentes en el sector exportador , es por ello que la recuperación sería ligeramente más lenta que la prevista en octubre.

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