Economía

La economía griega sigue 'en rojo' después de dos rescates y seis años de reformas

  • Pese a las fuertes alzas fiscales y la redistribución forzosa la deuda no baja

Después de seis años de recesión, de dos planes de rescate, de reformas y ajustes continuos y de una estricta supervisión por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea (la llamada troika), las cuentas públicas y privadas de Grecia siguen en rojo. Las estrategias aplicadas al país heleno, que han provocado reacciones severas e incluso lo han conducido a las elecciones generales anticipadas del 25 de enero, han tenido escaso éxito.

Ningún sector de la economía parece estar hoy mejor que en 2008 o en 2009. Los índices de PIB, empleo y deuda pública son los tres más significativos que, a pesar de todo, siguen en niveles sin precedentes.

La estricta política de rentas y la reducción drástica del gasto público (requeridos por cada memorando firmado entre Atenas y la troika) se refleja, como se esperaba, en los datos de PIB. De acuerdo con las estadísticas oficiales, el PIB per cápita de 2013 (están pendientes los datos oficiales de 2014) ascendió al entorno de los 12.500 euros, retrocediendo a los niveles de 2001 y registrando pérdidas de 5.020 euros frente a 2008 (17.374 euros), que fue el primer año en que la economía del país estuvo en recesión.

El PIB de 2013 se consolidó en los 182.400 millones de euros, según datos oficiales de Grecia (185.893 millones según Eurostat) mientras que en 2012 estaba en 194.200 millones. No obstante, después de 24 trimestres consecutivos de contracción, el PIB griego creció el 1,7% entre julio y septiembre de 2014, resultado sin duda positivo.

El principal riesgo para la economía de Grecia en general, y también para la cohesión de la sociedad helena, es el desempleo. En 2009, la tasa de paro rondaba el 9,5%, una cifra que entonces ya se consideraba récord. Sin embargo, lo que se vive ahora es mucho más dramático: en 2014 el paro llegó al 25,5%, bajando, eso sí, del 27,2% que marcó durante el tercer trimestre de 2013.

Oficialmente, el número de desempleados supera los 1,3 millones, mientras entre los jóvenes de 15 a 24 años llega al 49,5% (56,6% en mujeres). El 66% de los desocupados son de larga duración (más de dos años), y hay un dato aún más inquietante: alrededor de 2.500.000 personas carecen de Seguridad Social.

A lo largo de 2014, uno de los principales argumentos del Gobierno de Antonis Samarás fue el superávit primario (sin costes financieros). Pero la deuda pública batió récords. En 2008, el pasivo llegaba a los 233.000 millones (112,9% del PIB), mientras en el tercer trimestre de 2014 fue de 321.700 millones (177,7%). Para 2015 se prevé que baje al 171,4%, fluctuación que no permite hablar de disminución. Por último, según Presupuestos, en 2015 el Estado pagará intereses de 5.900 millones, en lugar de 5.700 millones en 2014 y 6.000 millones en 2013.

Al mismo tiempo, los principales grupos intersectoriales muestran una rentabilidad espectacular: en 2013 el Gobierno transfirió 6.200 millones de euros (a través del Fondo de Estabilidad Financiera) para la rehabilitación de los bancos, y otros 14.700 millones para la recapitalización de cuatro bancos sistémicos. Dos de estas entidades sistémicas ganaron 41.200 millones.

Por otra parte, y en plena campaña electoral, crece la polarización entre los dos principales oponentes. En su discurso en contra de Syriza, Antonis Samarás avisó ayer de que el partido de Alexis Tsipras planea proceder a un crear un empréstito interno que afectará a todos los depositantes en bancos griegos, incluso a los pequeños ahorradores. No ha habido aún respuesta oficial por parte de Syriza, aunque está claro que el camino hasta el 25 de enero estará sembrado de declaraciones incendiarias.

Relacionados

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky