
El plan de Hacienda para aliviar la carga de la deuda autonómica supone, en la práctica, un premio a las comunidades autónomas incumplidoras con el que el Gobierno trata de ayudarles a que ajusten los objetivos de déficit de éste y próximos años. Cristóbal Montoro ofreció ayer pocos detalles sobre la letra pequeña del nuevo mecanismo, que no incluye, finalmente, condiciones para las autonomías que ven reducidos a cero sus intereses. Solo en 2015 esta medida supondrá, según cálculos de Hacienda, un ahorro de 1.625 millones de euros a las arcas regionales.
Según explicó ayer el ministro, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el Ejecutivo asumirá buena parte de la deuda de las autonomías con más problemas, es decir, las que se acogieron al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), pero también de los territorios más holgados, es decir, aquellos que cumplieron con los objetivos de déficit en años pasados. El problema, según criticaron algunos consejeros autonómicos a la salida del encuentro, es que con esta decisión, el Gobierno vuelve a aplazar el debate del sistema de financiación.
En concreto, en el caso de las autonomías que ya se hayan acogido al FLA, el Estado aplicará un tipo cero a los intereses de la deuda de 2012, 2013, 2014, un beneficio que se extiende al plan de proveedores. Además para las operaciones de 2015 también tendrán ese beneficio de tipo cero, que se estudiará para ver si se aplica o no en años posteriores.
Hacienda también trata de contentar, sin embargo, a las comunidades autónomas que no se adhirieron al FLA, las que están en una mejor situación financiera. A éstas les permitirá aplazar la devolución de la liquidación de 2013 y suprimirá las de 2008 y 2009. Además estas autonomías podrán financiarse a coste cero en los ejercicios 2015, 2016 y 2017.
Sin embargo, en su caso sí habrá unos requisitos muy claros. Si una autonomía se acoge a este fondo, denominado, de Facilidad Financiera, e inclumple los plazos de pago a sus proveedores o los objetivos de déficit establecidos, el Ministerio la obligará automáticamente a incorporarse al FLA normal y deberán, además, presentar un plan de reequilibrio.
Críticas autonómicas
La propuesta de Montoro recibió duras críticas de autonomías como Madrid. Su consejero, Enrique Ossorio, lamentó que Hacienda rebaje a cero el interés de la deuda contraída a través del FLA entre 2012 y 2014. Sobre todo porque en ese periodo el pasivo se incrementó exponencialmente. También criticó que ese mismo interés se lesd amplíe a proveedores. Esta propuesta, según Ossorio "lleva a una gigantesca injusticia", porque, si Madrid acepta estas condiciones, le supondría que entre 2015 y 2017 obtendría una ventaja financiera de 90 millones de euros frente a los 3.700 millones de Cataluña.
Precisamente, desde la Generalitat, el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell,calificó la iniciativa para mejorar la ley de financiación autonómica es positiva y "está bien". Así lo ha manifestado en declaraciones a la prensa al finalizar el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), aunque ha aclarado que desconoce a efectos cuantitativos que supondrá la propuesta para las arcas de las comunidades, aunque "va a ser una cantidad positiva" tanto para las comunidades adheridas al FLA como para las que no,ha aclarado.
Mientras, la consejera andaluza, María Jesús Montero, lamentó que haya que "esperar al viernes a conocer la letra pequeña de la ayuda", puesto que, según dijo, ayer no les entregaron nada. La consejera explicó que la asfixia de las autonomías les obliga a tener que aceptar este tipo de instrumentos que, en su opinión, representan "una forma encubierta de cambiar la Constitución para que el Estado se haga con los servicios públicos". Del mismo modo apuntó que la mutualización de su deuda a coste cero, les reportaría 200 millones, frente a los 800 millones que, según sus cálculos, lograrían con un nuevo modelo de financiación.