Economía

La economía de EEUU presa ante el decreto migratorio de Obama

Poco han tardado en caldearse los humos en el Capitolio estadounidense. Tras la victoria republicana en las legislativas, que no llegará a hacerse efectiva hasta enero, el primer chasco para la oposición llegó el martes, después de que el proyecto para la construcción del gasoducto Keystone no lograse pasar el escrutinio del Senado, todavía en poder demócrata, por un voto. Un amargo aperitivo para el verdadero entrante que empachará cualquier tipo de colaboración legislativa y podría, de nuevo, poner en riesgo a la economía del país.

El viernes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará en Las Vegas los pormenores de su orden ejecutiva, véase, decreto, sobre inmigración que promete dar una vía hacia la legalización para más de 5 millones de individuos que actualmente viven en el país de forma ilegal. Una decisión que se produce tras los encontronazos veraniegos entre la administración Obama y el Congreso republicano por la crisis migratoria originada en Centroamérica, donde centenares de menores cruzaron la frontera con EEUU.

Dadas las circunstancias, el Capitolio podría forzar un nuevo cierre del gobierno a partir del próximo 12 de diciembre que podría impactar la temporada de compras navideñas y descarrilar la recuperación. En estos momentos, parte de los republicanos, conscientes del daño que una situación como ésta podría hacer sobre la imagen del partido, están intentando esbozar a contraréloj una medida temporal para financiar al gobierno federal a partir del 11 de diciembre hasta que la nueva legislatura comience en ambas Cámaras en enero de 2015.

Dicho esto, no existe ningún tipo de garantía de que esto vaya a ocurrir, ya que hay un intenso deseo dentro de la oposición de devolver el ataque a Obama, si finalmente aprueba su décreto migratorio. De hecho, según apunta la CNBC, los republicanos podrían forzar al presidente a deshacer su decreto a cambio de aprobar una ley que garantice las financiación del gobierno.

El sentido común indica que lo más seguro es que los republicanos no pongan en riesgo la recuperación económica ahogando la capacidad del gobierno para costear sus operaciones. Aún así, lo que sí podría ocurrir es que el partido aniquile partidas de financiación que nieguen fondos a las agencias migratorias federales, entorpeciendo los nuevos planes de Obama, pero sin afectar al resto del gobierno.

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