
El ejecutivo luxemburgués del Banco Central Europeo (BCE), Yves Mersch, ha señalado que "en teoría" las nuevas medidas no convencionales que la institución podría llegar a aplicar podrían incluir la compra de bonos soberanos o de otros activos como el oro, acciones e incluso fondos cotizados (ETF).
"El Consejo de Gobierno ha abogado unánimemente, cuando sea apropiado, por adoptar medidas no convencionales adicionales para combatir un periodo prolongado de baja inflación", señaló Mersch en un discurso.
"En teoría, esto incluye también la compra de bonos soberanos u otros activos como oro, acciones o fondos cotizados (ETF)", añadió el banquero luxemburgués.
Viabilidad desde el punto de vista legal
No obstante, Mersch subrayó la necesidad de analizar cualquier opción imaginable desde una perspectiva de "coste-beneficio", así como comprobar también su eficiencia y viabilidad desde un punto de vista legal.
Así, el banquero luxemburgués expresó sus dudas sobre la efectividad de embarcarse en compras de deuda soberana por el riesgo de que la política monetaria acabe viéndose dominada por cuestiones fiscales y pierda capacidad para buscar la estabilidad de precios.
Peter Praet, miembro del BCE, también abogó hoy porque la política monetaria del organismo se acelere en los próximos meses. Praet ha asegurado que la institución es unánime en su intención de usar medidas no convencionales.
Hace una semana, el propio Mersch ya admitió que la compra de bonos soberanos era "teóricamente posible", aunque "no ha habido ninguna decisión para comprar deuda".
En la misma línea se pronunció otro miembro del organismo Christian Noyer al asegurar que no ve problemas con la compra de bonos gubernamentales si los tipos de interés suben o si la economía europea sufre nuevos golpes que interfieran con las proyecciones de la inflación.
"Yo no vería problemas si el BCE compra otros activos y, si fuese necesario, bonos gubernamentales si, por ejemplo, los tipos suben debido a un ajuste de la política monetaria en EEUU en 2015", afirmó.
Noyer, quien anteriormente se ha mostrado reacio a este tipo de medidas afirmando que solo "circunstancias extremas" justificarían tales compras, indica en sus declaraciones que el BCE también podría considerar una intervención en el mercado de bonos corporativos si las condiciones no requieren la compra de deuda soberana.