Con fama de buen gestor, serio, eficaz, ponderado, analítico y poco dado a triunfalismos, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, cree que España cerrará 2014 con superávit en la cuenta corriente. Optimista, pero con fundamento, no se cree que Europa vaya hacia una tercera recesión. Opina también sobre los efectos del independentismo catalán. No habrá secesión, asegura a elEconomista, en una entrevista concedida antes de la celebración de la consulta del 9-N. Fitch alerta sobre una salida de depósitos en Cataluña si continúa la tensión.
La desaceleración de las exportaciones, ¿anticipa un cambio de ciclo en el sector exterior?
Este año vamos a cerrar con superávit. No va a ser de 1,5 puntos como el año pasado, pero es superávit. Ahora estamos en equilibrio con datos hasta agosto, lo cual -con la subida que han tenido las importaciones y los pagos por renta derivados del aumento de la deuda y de las inversiones extranjeras- está bien. Además, las exportaciones están aguantando con un crecimiento real del 1,9 por ciento que es superior al del año 2012 (1,7 por ciento) y espero que en el último trimestre mejoremos esta cifra.
Pero la caída de nuestras ventas no es sólo en la UE, sino que es prácticamente generalizada.
Hay que tener en cuenta que las economías de la Unión Europea no están creciendo, y que otras emergentes, como Brasil, que crecían a ritmos elevados, presentan ahora un relativo estancamiento. Y si en China cae tres puntos el crecimiento, se nota. Pero también tenemos sorpresas positivas, como EEUU, donde nuestras exportaciones suben un 14,9 por ciento en lo que va de año. Entonces, creo que es razonable lo que está pasando.
¿Se han desaprovechado los años de crisis para hacer el necesario cambio de modelo productivo?
Se ha hecho un cambio importante. Pasar del 25% de exportación sobre el PIB en 2008 a casi un 35 por ciento ahora; de un déficit corriente del 10% del PIB a un superávit de 1,5 puntos el año pasado; y de tener 100.000 empresas exportadoras a unas 150.000 es un cambio.
Es todavía insuficiente, pero los cambios estructurales son siempre a largo plazo. Vamos en la buena dirección, el discurso ha calado, las empresas han entendido que la internacionalización es esencial, y ahora hay que conseguir que termine de calar en las pymes y convencerlas de que tienen que ganar tamaño.
Precisamente, el Consejo Empresarial de la Competitividad recomendaba recientemente más tamaño.
La gran empresa exportadora española está exportando muy bien, mejor incluso que las francesas, italianas o alemanas de su nivel. Pero mientras Alemania tiene un 3 por ciento de empresas grandes, nosotros sólo tenemos un 0,5 por ciento. Necesitamos subir el tamaño de las empresas, porque la excesiva atomización es una de las dificultades que nos impide ir más rápido en el proceso de internacionalización.
¿Están afectando los casos de corrupción y la deriva secesionista en Cataluña a la imagen de España y nuestras empresas en el exterior?
Yo no recibido ningún mensaje de que las noticias sobre corrupción estén afectando a las empresas españolas. Sí recibimos, hace tiempo, alguna pregunta sobre Cataluña por parte de alguna multinacional. Sin embargo, las empresas están tranquilas con la actuación del Gobierno y descartan escenarios ajenos al orden constitucional.
¿Hay peligro de deslocalizaciones?
Es que el proceso no puede avanzar, porque es inconstitucional. Y, por tanto, como eso no va a ocurrir ,no van a producirse deslocalizaciones de empresas.
En la internacionalización, ¿hay consenso político?
Aquí no hay discurso partidista. Da gusto ver como tanto en el PP como en el PSOE, PNV, CiU o UPyD el discurso y la apuesta por la internacionalización son bastante coincidentes. Es una política de Estado y sabemos que podemos aspirar a exportar un 40 por ciento del PIB en tres años. Hay que hacerlo... sí. Tenemos que hacerlo... sí. Y para eso estamos trabajando todos.
¿Y qué se puede hacer desde la Administración para conseguirlo?
Es fundamental el apoyo de las Administraciones Públicas en todo lo que es formación para la internacionalización. Queremos apoyarnos mucho en la Cámara de España, que tiene que desempeñar un papel fundamental. Es importante también la financiación y hemos hecho un esfuerzo importante a través del ICO, porque hemos puesto 4.000 millones de euros desde 2012 sólo en líneas para internacionalización.
Necesitamos también que el sector privado bancario y no bancario arrastren, y aquí estamos viendo experiencias interesantes en la financiación por canales no bancarios. En esto hay que perseverar. Tenemos que cuidar los fondos soberanos, porque tenemos ahí un foco de atracción de inversión en capital que va a permitir a las empresas ganar músculo financiero, además de ir con un socio importante a los mercados que queremos ir.
La reforma fiscal, ¿ha tratado bien a la internacionalización?
La reforma en lo que toca a la internacionalización es razonable. ¿Nos hubieran gustado más incentivos? Probablemente. Pero la fiscalidad hasta ahora había desincentivado el crecimiento en tamaño de las empresas y a mí me interesa mucho más una reforma tributaria que no discrimine por el tamaño y que tenga incentivos para que las empresas crezcan, que pequeños incentivos a la internacionalización. En este punto, creo que la reforma fiscal del Gobierno es correcta y completa.