El Banco Popular de China prepara ayuda a su banca con la inyección de un total de 500.000 millones de yuanes (cerca de 63.000 millones de euros) en los cinco principales bancos del país con el fin de combatir la ralentización de la economía, según fuentes oficiales citadas por Bloomberg. Por ahora, la medida no ha sido confirmada ni desmentida por el BPC.
De acurdo con las citadas fuentes, el banco central chino inició ayer un programa especial para prestar 100.000 millones de yuanes a tres meses a cada una de las cinco entidades financieras más importantes del país.
Los principales bancos chinos son Industrial & Commercial Bank of China (ICBC), Agricultural Bank of China, China Construction Bank, Bank of China y Bank of Communications. Portavoces de las cinco entidades han declinado comentar la información tras ser contactados por la agencia de noticias financieras.
La iniciativa llega después de una serie de indicadores que apunta a que la locomotora económica china está perdiendo vapor, incluso si, con un crecimiento del 7,4% en los primeros seis meses del año, está más pujante que las de EEUU, la Unión Europea y Japón.
Los débiles datos de producción industrial de agosto conocidos esta semana, la ralentización del sector inmobiliario o el descenso de la inversión exterior en los últimos dos meses han contribuido a generar un poco de inquietud acerca de la pujanza del crecimiento chino.
La información ha sido acogida favorablemente en los mercados financieros, y así la bolsa de Hong Kong subía algo más del 1% dos horas antes del cierre, mientras que la de Shanghai avanzaba un 0,35% tras haber perdido el martes un 1,82%.
¿Test de estrés a la banca en China?
