
Más de la mitad de las personas mayores de 65 años que cuidan a dependientes no recibe ningún tipo de ayuda; el 4% la recibe de los Servicios Sociales, el 21% se la financian ellos y un 24% recibe ayuda esporádica de familiares, según el último Barómetro del Mayor del instituto de opinión Simple Lógica para Unión Democrática de Pensionistas (UDP).
El 50% de estos cuidadores no tiene vacaciones, llevando en el 86% de los casos una media de 11 años realizando esta labor. Además, los resultados del estudio revelan que siete de cada diez conviven con la persona que cuidan, realizando esta labor de forma continua en el 91% de los casos. En cuanto al tiempo diario que le dedican, el 15% está una o dos horas y el 6% menos de una.
Por su parte, los cuidadores del grupo general de población se encuentran en una situación parecida: un 36% no recibe ninguna ayuda, solo un 11% puede pagar los servicios de un cuidador y un 4% recibe apoyo de los Servicios Sociales. Por tanto, el porcentaje de los que tienen ayuda familiar se incrementa hasta en un 48,5%.
En este caso, el 50% de los cuidadores conviven con la persona dependiente realizando en el 81% de los casos su labor desde hace siete años.
El vínculo que une a cuidador y dependiente suele ser familiar
Por otro lado, si se analiza el vínculo que une a la persona que recibe los cuidados y al cuidador, el resultado es que es casi siempre familiar. Entre los mayores de 65 años es el cónyuge en el 53% de los casos, un hijo (12%), la madre (9%) u otro familiar (18%). En cambio, entre la población en general el cuidado se dirige fundamentalmente a los padres (49%), al cónyuge (14%); la abuela (9%); u otro familiar (15%), lo que se explica por "razones generacionales".
En total el 14% de las personas mayores son cuidadoras de dependientes y el 16% de la población general ayuda regularmente a realizar sus tareas diarias a otra persona que sufre de alguna minusvalía . De ellos, la mitad no recibe ayuda alguna en su tarea.
Para el presidente de UDP, Luis Martín Pindado, "es preciso establecer programas de respiro familiar y de apoyo a los cuidadores informales, que en muchas ocasiones están soportando situaciones límite".