Economía

Hacienda cifra en el 0,55% del PIB el impacto del cambio fiscal hasta 2016

Montoro dice que 20 millones de contribuyentes dispondrán de más renta a partir del 1 de enero. El Ministerio pospone las medidas que afectan a los tributos cedidos a autonomías y municipios. Claves de una reforma fiscal que premiará a las rentas inferiores.

El Gobierno sitúa en el 0,55 por ciento de nuestro PIB el impacto de una reforma fiscal de la que conocemos el grueso, pero que nos sigue siendo ajena en algunos aspectos esenciales. El ministro de Hacienda presentó ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el avance de un anteproyecto de ley que, según detalló, concentra la rebaja tributaria en el IRPF y en Sociedades, y que permitirá a 20 millones de contribuyentes contar con más renta disponible cada mes a partir del próximo 1 de enero. Finalmente, la reforma no traerá consigo una subida del IVA más allá de los productos sanitarios que Bruselas nos obliga a reclasificar. Montoro quiso hacer hincapié, además, en que el objetivo último del lavado de cara a nuestro sistema fiscal es impulsar el crecimiento económico para crear empleo. "Llega el momento de bajar impuestos para todos", sentenció Montoro.

Sin embargo, aún quedan aspectos importantes por conocer de esta reforma fiscal por entregas. El primero y más importante es que, de momento, el documento no entra a decidir ni sobre los tributos cedidos a las comunidades autónomas (IRPF, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales o en la fiscalidad del juego), ni sobre aquellos que recaudan los ayuntamientos (Hacienda deberá pronunciarse en algún momento sobre el recargo aplicado en el IBI). Las decisiones al respecto, y que afectarán también a los impuestos especiales, se posponen para después del debate abierto con las comunidades autónomas en el seno del Consejo de Política Fiscal, donde se abordan ésta y la reforma de la financiación autonómica.

Así, Montoro únicamente cifró el impacto bruto de la reforma en unos de 5.000 millones de euros entre 2015 y 2016, y recalcó que esa estimación es perfectamente compatible con nuestro Programa de Estabilidad.

Sin embargo, el titular de Hacienda no explicó qué impuestos van a subir, porque el documento enviado a Bruselas contempla un repunte de la recaudación de unos 2.000 millones en ambos ejercicios por impuestos especiales, tributos medioambientales y a través de otras medidas de imposición indirecta. De hecho, el Ministro reconoció que en ningún caso se ha ido más allá de lo marcado por dicho programa, en lo que a objetivos de la reforma se refiere.

En todo caso, no parece que el texto final vaya a recoger las propuestas elaboradas por el comité encabezado por el profesor Manuel Lagares. A este respecto, Montoro recalcó que los expertos "te están planteando todo un gran mapa y luego está la decisión política del Gobierno de elegir cuál es el camino que va a recorrer", lo que no implica que el resto de ese mapa no vaya a ser útil.

En opinión de Alberto Estrelles, socio del área fiscal de KPMG Abogados, ésta es una reforma en profundidad, con bajadas importantes de los tipos impositivos. No obstante, recalca que "no solo los tipos son importantes a la hora de valorar la bajada efectiva de impuestos, sino también las medidas que afecten a la base imponible del impuesto, es decir, a la base sobre la que se aplican los tipos". Así, apunta que no toda bajada de tipos implica necesariamente una bajada efectiva del importe a pagar, por lo que habrá que esperar a la publicación del anteproyecto para analizar en profundidad el alcance real de la reforma. Igualmente habrá que ver si otras medidas de las que se han venido hablando en estos días, como por ejemplo la subida de los llamados impuestos medioambientales, se incluyen finalmente en esta reforma.

Por su parte, el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) tilda la reforma de "regresiva", y argumenta que serán las clases medias quienes una vez más amortigüen la rebaja fiscal aplicada a las grandes fortunas. Los técnicos de Hacienda lamentan, en concreto, que el Ejecutivo haya simplificado de siete a cinco los tramos actuales en el IRPF y que haya reducido, además, los tipos marginales.

Con todo, habrá que esperar hasta el lunes para conocer la letra pequeña de una reforma que, ahora, iniciará la fase de consulta pública.

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