Economía

¿Mejora la economía? "España no se debe conformar con ser el mejor de los peores"

Los datos económicos apuntan a una mejoría pero lo cierto es, como coinciden muchos analistas y servicios de estudios, que la recuperación de España llevará todavía años y, lo más importante, dependerá de cómo se gestione la salida de la crisis. Puede que el país empiece a salir de ella, pero todavía está sufriendo las secuelas de una recesión de doble caída.

Así lo apunta el semanario The Economist, que admite que España ha sido recibida en los últimos días en Bruselas como "un hijo pródigo". "La economía volvió al crecimiento en el tercer trimestre de 2013 gracias a que el creciente aumento de las exportaciones compensa el débil consumo y el gasto público", sostiene.

La revista británica también destaca la buena marcha de los mercados bursátiles españoles y que los inversores extranjeros "están volviendo". El rendimiento de los bonos está en mínimos de ocho años y ya empieza a crearse algo de empleo, recuerda la publicación. "Esto se suma a un gran progreso en un país que una vez amenazó con romper el euro".

The Economist se pregunta qué salvó a España y responde que, entre otras cuestiones, la promesa del presidente del BCE, Mario Draghi, en julio de 2012 de la ya famosa barra libre de liquidez en la zona euro. No obstante, la publicación semanal admite que las reformas emprendidas por el gobierno de centro derecha de Mariano Rajoy también han traído al país una "devaluación interna".

Aun así, recoge el testimonio de Akos Valentiny, del think-tank CESifo, con sede en Alemania, que piensa que España necesita una reforma del mercado de trabajo todavía más profunda si quiere recuperar los empleos perdidos en la crisis.

En materia tributaria, The Economist apunta que España tiene uno de los impuestos sobre la renta (IRPF) más elevados de la UE, mientras que los ingresos fiscales son insuficientes.

Si, como prevé el Gobierno, la creación de empleo mejora este año, es posible que también mejore la confianza y en consecuencia el gasto de los consumidores, lo que contribuiría al crecimiento. De hecho, muchos organismos internacionales están elevando sus previsiones. Aún así no está todo hecho. La tasa de paro todavía ronda el 26% y hay que sanear las finanzas públicas: el déficit apenas cayó el año pasado ya que aumentó el gasto público creció. Y la deuda alcanza el 94% del PIB.

En este punto, el semanario recoge unas declaraciones de Rafael Doménech, economista jefe de BBVA, que señala que "España debe aspirar a algo más que a ser lo mejor de lo peor", y apunta a una serie de deficiencias a nivel educativo, por ejemplo. Y otro factor: los trabajadores más jóvenes necesarios para la supervivencia del Estado de Bienestar han emigrado o están desempleados.

El semanario británico concluye que las instituciones españolas son "débiles y, a menudo, escleróticas en sus acciones". Los ciudadanos españoles podrán "soñar" con un "país libre de corrupción" y con una interferencia política "mínima". En todo caso, para eso habrá que esperar, ya que el semanario considera que "las ambiciones de corto plazo son más modestas", para agregar "un trabajo estable es lo máximo que muchos pueden esperar conseguir".

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