Economía

¿Forzar a los empleados a desconectar? El dilema de las jornadas laborales infinitas

  • Los smartphones prácticamente han eliminado el límite de la jornada laboral
  • Los mails nocturnos son medallas al honor: es difícil cambiar la cultura empresarial
  • El problema es mantener una alta productividad sin desgastar al empleado

¿Hay que prohibir los emails después del trabajo? Esta medida, que comenzará a aplicar Francia en el sector de las telecomunicaciones y que ya se hace en Alemania o en EEUU, tiene un trasfondo más complicado de lo que parece: con las nuevas tecnologías, los empleados tienen cada vez más dificultades para desconectar.

Tal y como analiza The Wall Street Journal, esta medida subrata el problema al que se enfrentan muchos gestores directivos, que no es otro que como llevar una empresa mantiendo una alta productividad sin desgastar a los trabajadores más capaces.

La obligación de no enviar emails

Para afrontar esta cuestión, las compañías y los trabajadores del sector de las nuevas tecnologías han llegado a un pacto que da a algunos empleados el derecho de dejar de utilizar herramientas como el email o el smartphone. El acuerdo, a la espera de la aprobación del gobierno, les permitiría 'desenchufarse' tras haber cubierto el máximo de 13 horas diarias que marca la ley.

La medida afectará a unos 800.000 trabajadores, en su mayor parte ingenieros y consultores que no están cubiertos por las 35 horas semanales de trabajo en Francia y que en su lugar cobran en función del número de días que trabajan.

Lo que ha llamado ala tención del diario es el fuerte impacto mediático que ha tenido una noticia que en el fondo tiene escaso alcance, lo que refleja la preocupación, cada vez mayor, que provoca la irrupción de las nuevas tecnologías, especialmente el smartphone. Porque parece que han eliminado completamente los límites de la jornada laboral.

Francia no es el único caso

En este caso, Francia ha pagado su 'fama' de intervencionista y poco trabajadora. Sin embargo, estos límites a las nuevas tecnologías existen ya en otros países. Entre ellos, el campeón de la productividad, Alemania. Y además, en su industria estrella, la del automóvil.

En 2011, Volkswagen comenzó a desconectar el email corporativo de sus empleados de alemania entre las 18:15 y las 7:000. Una restricción que afecta actualmente a 3.500 empleados no directivos y que según la propia compañía ha sido un "éxito enorme".

En EEUU también se han tomado medidas. Concretamente en Wall Street, donde las jornadas interminables son marca de la casa. Así, numerosos bancos como Bank of America, Goldman Sachs y JP Morgan han implementado normas en los últimos meses obligando a sus empleados a cogerse tiempo libre los fines de semana.

El verano pasado, Bank of America copó las portadas después de que uno de sus becarios muriera tras trabajar durante tres días sin prácticamente interrupción. El banco anunció inmediatamente que revisaría las condiciones de sus empleados.

Un problema que viene de arriba

Prohibir los emails puede ser efectivo para aquellos que trabajan en horarios tradicionales, pero el cambio real debe venir de los jefes, asegura al diario Tomás Chamorro-Premuzic, vicepresidente de investigación e innovación de Hogan Assessment Systems. "Uno tiene que preguntarse si este tipo de normas pueden aliviar sin en realidad todo lo que hay que hacer es decirle al jefe que deje de contactar con la gente después del trabajo". 

Las investigaciones del Pew Research Center sugieren precisamente que el problema comienza desde arriba: el uso del smartphone aumenta de la misma forma que lo hace su salario. Otro estudio de la Universidad de Glasgow mostró que los hábitos con el email de los ejecutivos son virales: en cuanto el líder comienza a reducir el número de mails, sus empleados también lo hacen. Lo que sugiere que la adicción a las tecnologías y la incapacidad de desconectar es contagiosa. 

Recompensas y peores trabajadores

El verdadero problema es que si los ascensos van hacia aquellos trabajadores que están dispuestos a trabajar a cualquier hora, difícilmente se va poder limitar esta práctica. 

Los emails norcturnos son una "medalla al honor", apunta Christopher Barnes, profesor de la Universidad de Washington especializado en la fatiga en el trabajo. Sería difícil cambiar un sistema de creencias que considera que trabajar muchas horas y estar pegado al smartphone como símbolo de dedicación.

Incluso aunque ello no significa necesariamente que los que lo han sean mejores en su trabajo: sus investigaciones muestran que el uso de dispositivos electrónicos por la noche deja a los empleados cansados y desconectados al día siguiente.

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