
El presidente del comité de expertos para la reforma tributaria y catedrático de Hacienda Pública, Manuel Lagares, afirmó este miércoles que "sería de locos" no tener en cuenta las recomendaciones que en materia fiscal han realizado desde la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, ha pedido "hacer algún sacrificio" a la sociedad para crear empleo.
Durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas del Congreso de los Diputados, Lagares hizo referencia al papel que han jugado las "recomendaciones externas" en el informe de los expertos.
En este sentido, explicó que "a lo largo de los últimos años" el FMI, la UE o la OCDE "se han manifestado respecto a nuestro sistema tributario" y "han dicho cosas de mucho interés".
Además, el catedrático apuntó que los miembros del comité de expertos se han entrevistado con personas delegadas de estos organismos, que "han venido a intercambiar opiniones".
Lagares aseguró que la reforma que proponen los expertos es "integral", ayuda al crecimiento y al empleo y a modernizar la economía española.
Sacrificios para crear empleo
Lagares ha asegurado que la sociedad tendrá que hacer un examen de conciencia y hacer algún sacrificio, como asumir una futura subida de IVA, si quiere que se cree empleo en España y se pueda ofrecer un puesto de trabajo a los desempleados.
El catedrático ha dicho que el paro está en un nivel muy elevado que debería llevar a la sociedad a "casi avergonzarse" de la situación, porque sitúa a España muy fuera del nivel que marcan los países más avanzados.
Además, ha señalado que el IVA es un impuesto "neutral" y que, por ese motivo, muchos expertos nacionales e internacionales recomiendan subir este impuesto y bajar la presión fiscal sobre la imposición directa para generar más crecimiento.
Devaluación fiscal en el horizonte
Por ese motivo, la Comisión ha planteado su reforma en dos fases, una primera centrada en bajar los impuestos directos y compensar el descenso de la recaudación con cambios en los indirectos, y una segunda fase centrada en bajar "cuatro o cinco puntos" las cotizaciones sociales que pagan las empresas y compensarlo con una subida de IVA de dos puntos.
"Para este bloque reclamamos algo de examen de conciencia a la sociedad", ha señalado Lagares, tras explicar que con este cambio la Comisión pretende la devaluación fiscal que todos los organismos internacionales han recomendado a España "persistentemente".
Esta parte de la reforma debería aplicarse en una segunda fase, ya que la situación de la Seguridad Social no lo permite en estos momentos. Tal y como ha calculado la Comisión, este cambio produciría un crecimiento del PIB y del empleo del 0,7% ya en el primer ejercicio y una mejora "apreciable" en la reducción del déficit público.
Antes de poner en marcha la devaluación fiscal, la Comisión propone una primera fase de la reforma basada en una reducción de los impuestos directos con una "fuerte reducción" de los tipos y tarifas de IRPF y Sociedades. Además, contempla un aumento de los mínimos exentos familiares y personales en renta y un impulso a la recapitalización de empresas en Sociedades.
Igualmente, fomenta la coordinación en el Impuesto de Sucesiones y suprime el Impuesto de Patrimonio para no gravar dos veces lo mismo. Según Lagares, casi ningún país tiene un Impuesto al Patrimonio, un tributo que penaliza el ahorro y puede provocar desplazamientos de empresas y familias a otros países.
Para financiar esta bajada fiscal, la Comisión propone eliminar exenciones y bonificaciones en renta y Sociedades, mejorar la lucha contra el fraude con medidas como la supresión progresiva del régimen de módulos o el mayor control patrimonial, una reformulación de los Impuestos Especiales y la reordenación de los bienes y servicios en el IVA, excluyendo siempre los bienes de primera necesidad.
Según Lagares, esta primera parte de la reforma supondría una pérdida de recaudación de unos 10.000 millones (1% del PIB) por la bajada de impuestos directos, que se compensaría con un aumento de 10.000 millones (1% del PIB) gracias a las medidas compensatorias. Además, la reforma supondría un aumento de la actividad y el empleo del 0,5% "casi en el primer año" e implicaría, por tanto, una mejora del déficit.
Una reforma que ayuda al crecimiento
Con estas propuestas, Lagares ha asegurado que la Comisión ha plantado una reforma integral del sistema tributario que ayuda al crecimiento y el empleo, que moderniza la economía española y que diseña la estructura fiscal del siglo XXI, muy diferente a la anterior.
A su parecer, los objetivos de la reforma pasaban por no afectar a la consolidación fiscal, mejorar el crecimiento y la creación de empleo, elevar la justicia en la imposición, fomentar el desapalancamiento de familias y empresas y simplificar un sistema que parecía un "queso gruyere" lleno de agujeros por los que se perdía la recaudación.
Mandato de la comisión
De hecho, ha recordado que el mandato que recibió la Comisión consistía en diseñar una propuesta que garantizara un sistema más sencillo, suficiente, orientado al crecimiento y que procurara proteger e impulsar el ahorro y la eficiencia de la economía.
Además, el informe tenía que tener en cuenta la situación económica de ligera recuperación con crecimientos "muy reducidos" de PIB, un "fuerte aumento" de las exportaciones, una reorientación del consumo "aún débil" y una consolidación fiscal pendiente. "Habría sido casi suicida no hacerlo", ha dicho Lagares.