
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha criticado hoy la falta de progresos por parte de los ministros de Economía y Finanzas de la UE a la hora de cerrar algún acuerdo que permita avanzar en la creación de la unión bancaria. Ayer, debatieron sobre el procedimiento de toma de decisiones del nuevo mecanismo único de liquidación de bancos.
"Ayer en el Ecofin no se hicieron progresos sobre el papel respectivo del Consejo y de la Comisión (a la hora de decidir el cierre de bancos) y la Comisión está muy preocupada respecto a la compatibilidad del enfoque del Consejo con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia", ha avisado Barroso durante el debate preparatorio de la cumbre del 20 y 21 de marzo ante el pleno de la Eurocámara.
El presidente de la Comisión también ha criticado la decisión del Ecofin de crear el nuevo fondo de liquidación de 55.000 millones de euros, que estará financiado por la banca, al margen de la legislación comunitaria, mediante un acuerdo intergubernamental. Durante los primeros 10 años, el fondo estará constituido por compartimentos nacionales que sólo se mutualizarán al final de este periodo transitorio.
"Estamos a favor de acelerar la mutualización del fondo y que éste tenga acceso efectivo a financiación desde el primer día. Y estamos con el Parlamento a la hora de buscar reglas de gobernanza más simples", ha dicho Barroso. Y ha anunciado que el Ejecutivo comunitario seguirá trabajando de "forma constructiva" para lograr un acuerdo que sea "plenamente compatible" con la legislación comunitaria.
"La confianza depende de la credibilidad y la credibilidad depende de cumplir los compromisos. Desde que lanzamos los trabajos para la unión bancaria en 2012, hemos visto su impacto positivo a la hora de ayudar a restaurar la confianza y la estabilidad en los mercados europeos", ha resaltado el presidente de la Comisión.
El tiempo apremia
Hoy, el presidente europeo de turno, el griego Yannis Stournaras, viajará a Estrasburgo junto al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijselbloem, para asistir al trílogo con los representantes de los eurodiputados, los cuales no han demostrado tampoco ninguna flexibilidad.
Por el momento, si esa reunión fracasa no hay previstos nuevos encuentros para intentar salvar el grave problema que supone el calendario electoral, que disolverá la cámara en abril de cara a las elecciones del próximo mes de mayo.
Y es que las propuestas de los ministros quedan lejos de las peticiones de la Eurocámara. Así, uno de los aspectos que más preocupa al Parlamento Europeo es el papel de los países en el proceso de toma de decisiones. Los Veintiocho no han modificado su posición, dado que el papel más relevante seguirá correspondiendo al Consejo, es decir a los países miembros.
Además, la Eurocámara pide que el 50% de la puesta en común (la llamada mutualización) de los fondos se realice en los tres primeros años y el resto en los dos siguientes, es decir se aceleraría al principio y no sería lineal como inicialmente propuesto por los países.