
Altos cargos del Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea, el BCE y los ministros de Finanzas de Alemania y Francia mantuvieron una reunión secreta el pasado lunes después de la reunión del Eurogrupo, según publica hoy el diario The Wall Street Journal.
En esta reunión, en la que se trató con preocupación el rescat de Grecia, no estuvo presente el propio ministro griego de Finanzas, Yiannis Stournaras.
Dos problemas principales preocupan a los líderes de la Eurozona: cómo presionar al gobierno griego para llevar a cabo más reformas estructurales y como dar más liquidez al país en la segunda mitad del año, ya que se estima que tendrá unas necesidades de financiación de entre 5.000 y 6.000 millones de euros.
El miedo entre los líderes de la troika y los principales países de la Eurozona es que se repitan de nuevo los problemas en Grecia y ello desestabilice la incipiente recuperación tanto del país como del conjunto de la Eurozona.
El rotativo estadounidense asegura que no hubo conclusiones finales, según sus fuentes. La troika, por su parte, mantiene las negociaciones con el Gobierno griego, aunque de momento han postergado sus planes de viajar a Atenas.
La preocupación radica en que Grecia tiene unos vencimientos de deuda en mayo por valor de 11.000 millones de euros. El FMI no ha dado más ayuda al país desde el pasado mes de julio, y tiene pendientes de desembolsar 3.800 millones de euros. La institución dirigida por Christine Lagarde insiste en que debe tener una visión clara de las finanzas del país para los próximos 12 meses antes de dar más ayuda, una condición que no se cumple todavía.