Menos parados, pero también menos gente trabajando. España cerró el año 2013 con 5.896.300 desempleados. Durante el último trimestre, la cifra de parados se redujo en 8.400 personas y en el conjunto del año (en comparación con el cierre de 2012), cayó en 69.000.
Es un dato positivo en cuanto supone el primer descenso interanual de toda la crisis. Pero hay que valorarlo junto a otro: la caída imparable de la ocupación. En paralelo, la tasa de desempleo cerró el ejercicio en el 26,03%, ligeramente por encima del 25,98% que registró a finales del tercer trimestre y prácticamente similar a la del cierre de 2012 (26,02%). Son datos correspondientes a la Encuesta de Población activa (EPA) que ha difundido hoy el INE.
¿Y el efecto desánimo?
También hay que tener en cuenta que el número de activos sigue menguando en España. En el último trimestre, la población activa disminuyó en 73.400 personas. Pero todavía sorprende más la reducción que experimentó en el conjunto del año: en un total de 267.900 personas. De ellos, hasta 168.500 eran extranjeros que o bien volvieron a sus países, o bien se trasladaron a otros. Hoy, el número de activos alcanza los 22,65 millones.
Por su parte, la tasa de actividad se redujo 16 centésimas, hasta el 59,43%. Es la más baja desde el primer trimestre de 2008.
Por sexos, durante el pasado año, el desempleo aumentó entre las mujeres y bajó entre los hombres. De esta forma, el paro femenino creció en 18.200 personas, mientras que el masculino descendió en 87.300 personas. Con estos datos, la tasa de paro masculina se situó en el 25,31% y la femenina en el 26,87%.
Pérdida constante de empleo
A pesar de la caída del desempleo, sigue preocupando la evolución que registra la ocupación. Durante el cuarto trimestre se redujo en 65.000 personas y en hasta 198.900 en comparación con el cierre de 2012. A cierre de año había un total de 16,75 millones de personas trabajando, lejos de los 20,40 millones de cierre de 2007.
Con todo, el descenso en el número de ocupados es el menor en un cuarto trimestre desde 2008, destaca el INE. En 2013 se destruyeron 198.900 puestos de trabajo, frente a los 600.600 de 2012. El año 2009 fue el que registró la mayor caída de la ocupación, con más de 1,2 millones de puestos de trabajo perdidos.
Si entramos en el detalle se observa que la ocupación en el cuarto trimestre de 2013 disminuyó en 30.200 personas en el empleo privado y en 34.800 en el público con respecto a los tres meses anteriores. En el conjunto del año la ocupación se redujo en 121.400 en el sector público y en 77.500 en el privado.
Hay que tener en cuenta que la caída de la ocupación es una constante desde que comenzó la crisis. El año 2008 se cerró con 19,85 millones de personas trabajando. El 2009, con 18,64 millones; 2010, con 18,40 millones; en 2011, con 17,80 millones; 2012 con 16,90 millones y 2013 con los citados 16,75 millones.
Más datos. El número de trabajadores por cuenta propia descendió en el cuarto trimestre de 2013 en 51.500 respecto al tercero.
Por su parte, en los últimos meses del año, el total de asalariados con contrato indefinido subió en 45.600 y el de asalariados con contrato temporal se redujo en 56.000 respecto al tercer trimestre. No obstante, las cifras no son tan positivas si se compara con finales de 2012: -269.500 y + 81.300, respectivamente.
Hogares con todos los miembros en paro
Los hogares con todos sus miembros en paro bajaron en 2013 en 1.400, lo que supone un 0,08% menos que en 2012, hasta situarse en 1.832.300, logrando su primer descenso anual en la crisis.
Pese a ello, en el último trimestre de 2013, los hogares con todos sus miembros en paro se incrementaron en 24.600, un 1,3% más respecto al tercer trimestre del año pasado.
Por su parte, los hogares con todos sus integrantes ocupados se redujeron en 74.000 durante 2013, hasta un total de 8.260.300. En los últimos tres meses del ejercicio pasado, las familias con todos sus miembros ocupados bajaron en 32.800.
El paro de larga duración sigue en aumento
Otro de los datos que destaca de la última EPA es que de los casi 5,9 millones de parados contabilizados en España al finalizar 2013, el 15,08% son jóvenes menores de 25 años y ya más de la mitad, el 50,09%, son parados de larga duración, otro de los colectivos que más está sufriendo la crisis.
De hecho, el número de parados de larga duración (más de un año en el desempleo) se incrementó en 163.700 personas en 2013, un 5,87% más que en 2012, hasta situarse por encima de los 2,95 millones de personas. En el último trimestre de 2013, los parados de larga duración aumentaron en 54.700 (+1,9%).
El paro juvenil baja en 2013
Eso sí, el número de jóvenes en paro menores de 25 años bajó en 40.900 personas en 2013, lo que supone un 4,4% menos que en 2012, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 889.300 al finalizar el año pasado. Claro que también el número de activos en ese grupo de edad disminuyó respecto a 2012, ante la marcha de muchos de ellos.
La tasa de paro juvenil se situó así en el 55,06% a cierre de 2013, tasa ligeramente inferior a la del ejercicio anterior (55,12%), pero casi siete décimas superior a la del tercer trimestre de 2013, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en el 54,37%.
Datos por comunidades autónomas
En variación anual, los mayores descensos del desempleo se registraron en Cataluña (64.700 parados menos), Extremadura (13.600) y Castilla-La Mancha (10.400 menos). Por su parte, los mayores aumentos se experimentaron en la Comunidad de Madrid (25.600 parados más) y en Castilla y León (10.000).
País Vasco mantiene la tasa de paro más baja de España (15,76%). En el extremo opuesto, Andalucía presenta una tasa del 36,32%.
Por sectores, en los últimos 12 meses el desempleo ha descendido en todos los grupos. En los servicios hay 163.000 parados menos, en la construcción 86.400, en la industria 53.100 y en la agricultura 19.000 menos.
Eso sí, sólo la agricultura creó empleo el año pasado: 6.800 puestos de trabajo. Entre los descensos, el mayor se lo anotó la industria, que perdió 109.300 puestos de trabajo, mientras que la construcción destruyó 95.500 ocupaciones y los servicios perdieron 900 empleos.