Economía

Rösler: "El salario mínimo va a costar puestos de trabajo en Alemania"

El liberal Philipp Rösler junto a la canciller Angela Merkel. Foto: EFE

El ministro de Economía en funciones de Alemania, el liberal Philipp Rösler, ha advertido hoy a conservadores y socialdemócratas, que están negociando un acuerdo para gobernar en coalición, que no introduzcan un salario mínimo interprofesional.

En la presentación de las perspectivas macroeconómicas de otoño, probablemente su último acto como ministro, Rösler ha cargado contra la propuesta electoral estrella del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y una de sus exigencias en la mesa de negociación.

"El salario mínimo va a costar puestos de trabajo", ha asegurado el ministro saliente, que ha recalcado que no vertía opiniones personales sino que daba voz a las valoraciones de los expertos.

Rösler ha advertido asimismo frente a los perjuicios económicos que supondría reducir la flexibilidad introducida en el mercado laboral en la legislatura anterior y rebajar los esfuerzos en materia de consolidación presupuestaria.

El ministro ha agregado que estos tres puntos se perciben como "preocupaciones" que pueden tener un "efecto" negativo sobre "el crecimiento" de la mayor economía europea.

Las elecciones del pasado 22 de septiembre, además de dejar fuera del Bundestag (cámara baja) a los liberales que lideraba Rösler hasta el día siguiente a los comicios, otorgaron una victoria clara a la Unión de la canciller Angela Merkel, pero no suficiente para gobernar en solitario.

Para lograr un Ejecutivo estable los conservadores abrieron conversaciones con el SPD y Los Verdes y, después de que se descartasen estos últimos, han comenzado a negociar formalmente con los socialdemócratas.

Precariedad laboral

El SPD desenterró en las ultimas elecciones generales la lucha por la implantación de un salario mínimo. Alemania es uno de los pocos países de la UE donde no rige un salario mínimo interprofesional.

Merkel llegó a la Cancillería en 2005 al frente de una gran coalición, con cerca de cinco millones de desempleados, aunque con una reforma laboral en marcha, implantada por su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder.

De los cinco millones de parados de 2005 se bajó a los actuales 2,8 millones, pero con un alto grado de precarización laboral, debida en parte a la implantación de fórmulas de trabajo a tiempo parcial y pérdida de poder adquisitivo.

Uno de cada cinco alemanes vive en condiciones de pobreza o está al borde de la marginalidad social, según recientes datos difundidos de la oficina federal de Estadística (DESTATIS).

Se estima que un 20% de la población alemana no está en condiciones de pagar el alquiler ni otras cuentas o no puede permitirse al menos una comida completa cada dos días.

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