El bloqueo presupuestario ha llevado a la Administración de EEUU a una situación que no vivía desde 1995. Sin acuerdo para ampliar el techo de gasto, numerosas agencias estatales han suspendido hoy sus actividades y entre 800.000 y un millón de funcionarios federales han sido enviados a sus casas. El impacto en la economía del país rondará los 300 millones de dólares diarios como mínimo, según la consultora IHS.
De acuerdo con la firma, las pérdidas aumentarán cuanto más se prolongue el bloqueo, ya que mermará la confianza y el gasto de las empresas y los consumidores, en especial de los trabajadores afectados.
"Por cada día de cierre, más empleados federales descontarán la posibilidad de no volver a trabajar pronto, y dejarán de comprar", apunta Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, en declaraciones a Bloomberg.
Golpe al crecimiento
Así, según las estimaciones de IHS, de prolongarse el bloqueo durante una semana, tendrían que restar dos décimas a su previsión de crecimiento anualizado para el cuarto trimestre del año, que se sitúa en el 2,2%.
"El gasto del Gobierno toca cada aspecto de la economía y la interrupción del gasto, más que una pérdida directa de ingresos, amenaza con dañar la confianza inversora y empresarial en una forma que puede ser seriamente perjudicial para la recuperación y el crecimiento de la economía", asegura Guy LeBas, estratega jefe de renta fija de Janney Montgomery Scott.