Alan Bacon vivió a finales de agosto una situación "degradante" durante una entrevista de trabajo. El joven, de 22 años y graduado en la escuela de cine de Cardiff, se interesó por un puesto de atención al cliente en la tienda Currys en Gales, Reino Unido.
Junto con otros ocho aspirantes enseguida entendió que no iba a ser un proceso normal. Separados en dos grupos, los entrevistadores les pidieron que bailaran entre ellos para poder tener opción a una entrevista "real".
Según cuanta Bacon a CNNMoney, "me habría ido pero necesitaba el trabajo así que sonreí y lo hice" (bailó estilo robot) Pero asegura que la situación fue "degradante" y "especialmente humillante" para un hombre de mayor edad al que pidieron que bailara rap. "Me sentí muy mal", asegura el joven, quien además remarca que los gerentes se divirtieron viendo la escena que habían provocado.
¿Consiguió el trabajo? No. Bacon sigue desempleado. Eso sí, desde que su caso apareciera en los medios las ofertas no le faltan. De hecho, recientemente ha rechazado un trabajo de 2.500 libras en el que pedían que bailara para grabar un vídeo. "Es mucho dinero pero me perseguiría de por vida".
Disculpas de la empresa
"Estamos investigando los miembros almacenes que estaban en la sesión de contratación", declaró el representante de Dixon Retail, empresa matriz de Currys y aseguró que darían otra oportunidad a los afectados por ee proceso de selección.
Sin embargo, Bacon asegura que la empresa no se ha puesto en contacto con él directamente para una segunda oportunidad. Se enteró por la radio y no aceptó volver.
