
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, hizo ayer balance del primer año de aplicación de la reforma laboral y anunció que la norma ha evitado la destrucción de 225.800 empleos pese a la recesión.
Echando cálculos, señala el economista Santiago Niño Becerra, si durante su periodo de vigencia se han destruido unos 650.000 empleos, ello supone que el excedente real de factor trabajo en España durante ese periodo ha sido de 875.000 puestos.
"Una de las características de los políticos es que saben argumentar argumentadamente los argumentos", ironiza Becerra en su cuenta de Twitter. "Y así lo hizo ayer la ministra de Empleo".
Ahora bien, si la reforma laboral ha evitado la destrucción de ese número "totalmente indemostrable", ha sido en opinión de Niño Becerra, "porque ha precarizado el trabajo, ha facilitado y abaratado el despido, ha influido en subremunerar el trabajo existente y ha facilitado llevar la temporalidad hasta el 95% en las nuevas contrataciones".
El economista también se muestra crítico con el anuncio de la ministra Báñez de que gracias a la nueva normativa ya no habrá que crecer por encima del 2% para crear puestos de trabajo, sino que con la mitad de crecimiento del PIB será suficiente para que haya creación de empleo neto.
"No estoy de acuerdo", escribe Becerra. "El objetivo debe ser crear empleo neto, sí, pero en unas condiciones aceptables". "Y tampoco ella, como ministra, ha impulsado el cálculo del subempleo. ¿Por qué?", se pregunta.
Y otra puntualización más a las palabras de la ministra, respecto a que la reforma laboral, junto a otros factores, ha permitido que España "sea más competitiva y fiable ante los mercados". "Si lo mira por costes salariales, Marruecos tiene una competitividad mucho mejor que la española: entonces, ¿propondrá marroquizar los salarios españoles?, cuestiona Niño Becerra.
"Corolario: ¿Sabrá la ministra, por ejemplo, que los invernaderos holandeses ya son más productivos que los de Almería?", concluye.