La sicav Chersa 2002 se ha sumado a la querella criminal contra el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y el exconsejero delegado de la firma Alfondo Paz-Andrade, tras alegar unas pérdidas patrimoniales de 143.196 euros, según el escrito al que ha tenido acceso Europa Press.
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La sicav Chersa 2002 se ha sumado a la querella criminal contra el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y el exconsejero delegado de la firma Alfondo Paz-Andrade, tras alegar unas pérdidas patrimoniales de 143.196 euros, según el escrito al que ha tenido acceso Europa Press.
En concreto, dicha sicav se considera perjudicada al ser tenedora de acciones de la firma gallega, adquiridas todas en el transcurso del ejercicio 2012 y vendidas el pasado 5 de marzo, es decir, los días inmediatamente posteriores al levantamiento de la suspensión de la cotización por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y antes de la suspensión actual siete días después, el 12 de marzo.
"La pérdida de patrimonial no es fruto de los avatares del mercado, sino de presuntos hechos delictivos", señala el escrito de adhesión presentado este miércoles en el juzgado de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, el mismo día en que la firma gallega celebra consejo de administración.
Tras conocerse la auditoria 'forensic' de KPMG, que cuantifica la deuda financiera a 31 de diciembre de 2012 en 3.281 millones de euros, con un patrimonio neto negativo de 927 millones de euros, el abogado Felipe Izquierdo, en representación de diez inversores, solicita que se amplíe la imputación a Fernández de Sousa y Paz-Andrade, por la comisión de presuntos delitos de fraude y estafa.
En el escrito, los demandantes, cuyos daños ascienden a 534.991,54 euros, solicitan que se imponga de manera solidaria a ambos directivos la obligación de prestar fianza por un total de 927.317 euros, decretándose el embargo de bienes suficientes para cubrir dichas responsabilidades si no desembolsaran dicha fianza.
"Los querellantes perjudicados han visto como el Capitán Pescanova -Manuel Fernández de Sousa- vendió acciones por más de 30 millones de euros usando información privilegiada y que emulando, en sentido figurado, al capitán Schettino, saltó precipitadamente de la nave propiciando el naufragio del barco y en este caso la ruina de los accionistas", señala el escrito.