Economía

El BdE espera suavizar el impacto de la regulación fiscal para la banca española

  • Cree que las entidades deben decidir sobre el deterioro de activos
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. Foto: Archivo

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se ha mostrado optimista hoy respecto a la posibilidad de que la suavización del impacto de la nueva regulación internacional sobre los activos fiscales diferidos en los recursos de capital se resuelva favorablemente para la banca española.

"Sobre DTAs (activos fiscales diferidos) es una cuestión que se está discutiendo entre el Ministerio de Economía, Hacienda, el Banco de España y las entidades. Yo tengo esperanzas", dijo, preguntado sobre si se iba a resolver favorablemente para las entidades esta cuestión. "Es un tema muy técnico y complejo pero no tiene por qué tener una influencia en la deuda pública", agregó.

La banca española está negociando con las autoridades nacionales para que no le resten de su base de capital de máxima calidad unos impuestos fiscales diferidos de entre 40.000 millones y 50.000 millones de euros, según fuentes conocedoras de la situación.

Los activos fiscales son una especie de colchón que tiene la banca con el Ministerio de Hacienda de modo que puedan pagar menos impuestos en el futuro cuando generen los suficientes beneficios para compensar sobre todo las pérdidas sufridas en el saneamiento de sus carteras.

El gran problema es que las nuevas normas de Basilea que se avecinan consideran que los impuestos fiscales diferidos -donde también se incluyen las provisiones genéricas- restan o deducen el capital de primera calidad, lo que colocaría a la banca española en una situación comprometida.

El gobernador, que también manifestó que es necesario seguir avanzando en la coordinación de la supervisión financiera para no caer en una renacionalización de la actividad, se mostró satisfecho con las conclusiones de las autoridades europeas que apuntaron recientemente que no era necesario que España pidiera ahora más fondos de la línea de crédito europeo a la banca.

Decisión sobre el deterioro de activos

Linde también se ha mostrado partidario de que sean las propias entidades financieras las que decidan en qué momento un determinado activo puede considerarse "deteriorado" y reflejarlo adecuadamente en su balance.

Ha recordado que los organismos reguladores han alcanzado un acuerdo sobre el deterioro de los activos financieros y las provisiones por riesgo de crédito, en la que se contemplan dos posibilidades.

En uno de ellos, del que es partidario el Banco de España, es la propia entidad la que decide cuándo computar un activo como deteriorado. En el segundo se adelanta el registro de las pérdidas, aceptando además pérdidas esperadas o estimadas y calculando sobre eventos futuros.

En opinión de Linde, lo más conveniente es dejar "esta discrecionalidad al criterio de la entidad".

Basilea III

Durante su intervención en el cuarto encuentro sobre la reforma del sistema financiero organizado por KPMG y el diario Expansión, Linde ha reconocido que existe una gran presión sobre las entidades financieras para que cumplan anticipadamente con los requisitos de la directiva Basilea III.

La implantación de la nueva normativa para la banca supondrá un aumento del nivel mínimo de core capital, que pasará del 2% al 4,5% y la creación de un colchón de conservación del capital del 2,5%. Por lo tanto, los bancos deberán mantener en todo momento un nivel de capital de la máxima calidad de, al menos, un 7% de los activos ponderados por riesgo.

A ello se añade la introducción de un colchón de capital contra-cíclico de hasta el 2,5%, con el que, por primera vez, se introduce un componente macroprudencial en la regulación de los niveles de capital, cuyo objetivo último es suavizar las oscilaciones del crédito a lo largo del ciclo.

Sobre este punto ha sido muy claro y ha advertido sobre los riesgos de aplicar anticipadamente los requerimientos de capital, lo que puede provocar una reacción procíclica.

No hay que olvidar, ha indicado, que en algunos países la debilidad del escenario macroeconómico aumenta la morosidad y, por consiguiente, los problemas para tener colchones suficientes, por lo que las entidades deben poder aprovechar el margen de que disponen para aumentar sus recursos propios.

El PIB en el tercer trimestre

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha vaticinado que el crecimiento de la economía española estará "muy cerca de cero" en el tercer trimestre de este año y se ha mostrado convencido de que se encuentra "cerca de un punto de inflexión".

"Pasaremos claramente en los próximos meses a positivo", ha afirmado el gobernador del Banco de España en declaraciones a los medios. El gobernador ha reafirmado que la economía podrá estar "muy cerca" de no decrecer tras el verano.

Por otro lado, Linde ha valorado el "espaldarazo" del Eurogrupo, al garantizar que la banca española no requiere más dinero del rescate bancario, al tiempo que ha confiado en que los criterios de Basilea III no penalicen a las entidades financieras.

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