Economía

Los ingresos caerán el 6,7% con el alza de impuestos de Montoro

Cristobal Montoro. Foto: Archivo

Hasta abril, la Agencia Tributaria recaudó 853 millones menos por IRPF que en el primer trimestre de 2012.

Hay señales que apuntan a un próximo final de la recesión. Las reformas estructurales del Gobierno, el saneamiento de los balances financieros del sector privado y bancario, la buena marcha del sector exterior, la creación de pymes desde el cuarto trimestre de 2011, la ralentización en la erosión del empleo, o la reforma energética apuntan a una mejoría de expectativas que sientan las bases para un crecimiento vigoroso. En este marco, la política fiscal vigente es el mayor lastre para asentar una reactivación sólida y sostenible, y de hecho, pese a las subidas de impuestos decididas por Hacienda, la recaudación puede caer este año el 6,7 por ciento interanual. Éstas son algunas de las conclusiones del informe Política fiscal: Un impuesto sobre la recuperación, elaborado por Freemarket Corporate Intelligence.

Tal y como detalla Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de esta firma de análisis, si no se corrige el rumbo de la estrategia tributaria, "el desequilibrio presupuestario no caerá o lo hará de forma marginal y el avance del PIB será frágil".

Rémora para el crecimiento

El Ministerio de Hacienda sostiene que el ajuste realizado hasta ahora es ortodoxo porque se asienta sobre una reducción del gasto del 67 por ciento y una subida de impuestos del 33 por ciento. El informe de Freemarket, además de recordar que los planes de consolidación exitosos reposan en un 85 por ciento sobre recortes del gasto, constata que "se han subido los impuestos que más deprimen la economía y no se ha reformado ninguna partida estructural del gasto público". La realidad es que, en IRPF, España es el tercer país de la UE con un tipo marginal más alto, mientras que en PIB per cápita nuestro país es decimotercero. "Desde este punto de vista, la reforma del IRPF ha sido un completo error", sostiene Bernaldo de Quirós.

Y, aunque es cierto que la subida del IVA fue una exigencia europea, Bruselas no obligó a Hacienda a elevar la fiscalidad sobre la Renta, sobre Sociedades y sobre las ganancias de capital, que son -como prueban los académicos- las figuras impositivas con mayor impacto depresivo sobre la economía y, por ende, sobre los ingresos. Por tanto, la tónica de una estrategia fiscal que aumente la recaudación sin dañar la oferta y la demanda agregada sería "elevar el IVA y, al mismo tiempo, disminuir los tipos de la imposición directa", según Freemarket.

Asimismo, la comparativa europea muestra cómo, de 2010 a 2011, el peso de los ingresos en el PIB aumentó prácticamente todos los Estados de la UE, excepto en España, que tuvo el 32,1 por ciento en 2010 y el 31,4 por ciento en 2011.

IRPF: los terceros de la Unión Europea con un tipo marginal más alto

España tiene tipos impositivos del IRPF más altos en todos los tramos que Alemania, Francia, Italia o Reino Unido. Sin embargo, mientras los ingresos procedentes de los impuestos en dichos países han ido al alza en los últimos años, los españoles descienden.

Tras la subida de impuestos del ministro Cristóbal Montoro, los 70.619 millones de ingresos por IRPF en 2012 (cifras provisionales y teniendo en cuenta las devoluciones) sólo supusieron el 1,2 por ciento más que en 2011. "Un aumento insignificante, habida cuenta del brutal aumento de los tipos marginales aplicado", explica Bernaldo de Quirós. De hecho, la evolución de la recaudación mensual desde 2012 muestra cómo en los primeros meses de 2013 los ingresos han entrado en cifras negativas. Concretamente, hasta abril (26.519 millones), la Agencia Tributaria recaudó 853 millones menos que el primer trimestre de 2012, y 1.458 millones menos que en idéntico mes del pasado año (-5,2 por ciento).

Sociedades: el alza del 29% en 2012 se verá neutralizada este año

El tipo de gravamen nominal del Impuesto sobre Sociedades español (30 por ciento) es sensiblemente superior al de la Unión Europea (22,6 por ciento) y de la OCDE (25,24 por ciento). Pese a ser el cuarto más elevado de Europa, entre 2007 y 2012, la recaudación por este tributo cayó el 52 por ciento.

Es cierto que las medidas adoptadas el año pasado causaron un alza del 29 por ciento en Sociedades, pero, de acuerdo con el presidente de Freemarket, "esto se verá neutralizado en 2013 y en los posteriores ejercicios, si se mantiene la debilidad de la coyuntura y no aumentan los beneficios empresariales".

También en Sociedades, la comparativa europea deja a España malparada. Hasta el punto de que otros países periféricos, como Grecia, Irlanda y Portugal, habiendo sufrido caídas del PIB en la crisis más intensas que España, han logrado, sin embargo, ingresos más cuantiosos.

Plusvalías muy gravadas disuaden al inversor y perjudican a las familias

Las plusvalías tributan ahora al tipo marginal del IRPF soportado por cada tramo de renta, si los productos financieros que las generan se venden durante el primer año de su adquisición. Es decir, entre el 24,75 y el 52 por ciento.

Esta alza de la imposición sobre el ahorro se añade a la ya realizada en diciembre de 2011, con el resultado de que el tipo máximo de la fiscalidad sobre las plusvalías soportada por las personas físicas en España es una de las más altas de los países de la OCDE.

Por poner tan sólo un ejemplo, las plusvalías de más de 300.000 euros, antes de la reforma se pagaban a un tipo del 27 por ciento. Tras la subida de Cristóbal Montoro, tributan al 52 por ciento, lo que significa que han experimentado un aumento del 92,59 por ciento.

Tal y como señala el informe de Freemarket, este incremento de los tipos ha empujado a los inversores a eludir la materialización de sus plusvalías, lo que restringe el libre movimiento de los capitales y a su vez "es dañiño para una economía afectada por la fuerte contracción".

En suma, la mayor presión tributaria sobre el ahorro tiene un serio impacto negativo para las empresas, que tienen cerrado o muy restringido su acceso al crédito. Asimismo, perjudica a las familias, pues en el citado escenario de estrangulamiento crediticio, llevar la realización de plusvalías al tipo marginal del IRPF pone en apuros a los contribuyentes que necesitan hacer efectiva las ganancias de capital, por ejemplo, para hacer frente a sus deudas.

IVA: coladero de fraude que estrangula aún más el consumo privado

Desde julio de 2012, los tres tipos del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) español -general, reducido y superreducido- subieron al 21, 10 y 4 por ciento, respectivamente, lo que deja todavía a España ligeramente por debajo de la media europea (21 por ciento).

Sin embargo, la recaudación por dicho tributo es de las más bajas de la Unión Europea: menos del 5,5 por ciento del PIB en 2011, frente a porcentajes de más del 6 por ciento del resto de países de la UE.

En cuanto a los ingresos procedentes de este gravamen, tras la subida decretada por el ministro Cristóbal Montoro, el ejercicio de 2012 se cerró con una recaudación -aún provisional- de 50.463 millones, lo que supone un alza del 2,4 por ciento sobre el año anterior.

Al decir de Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket, estas pobres cifras "pueden significar que el sistema impositivo en cuanto a indirectos no funciona o que el fraude en esta figura rebasa con creces los límites de cualquier otro país del entorno".

Especiales baja cada año su recaudación desde que empezó la crisis

España es, con Francia, donde menos peso en el PIB tienen los ingresos por Impuestos Especiales (2,1 por ciento, frente al 2,8 por ciento en Portugal o el 3,4 en Reino Unido), con una recaudación de 18.209 millones en 2012 (-4,1 por ciento sobre 2011). Como detalla el informe de Freemarket, desde que comenzó la crisis, la variación del total de recaudación por Especiales cae cada año, excepto en 2010, cuando crecieron el 3,1 por ciento.

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