Economía

"España puede hacer muy poco por sí misma": el plan de Becerra contra el paro

España precisa crecer como mínimo a tasas del 2% para generar ocupación neta, para absorber desempleados e ir ocupando a las nuevas incorporaciones que se vayan produciendo. No obstante, según las previsiones del FMI, recuerda el economista Santiago Niño Becerra, eso no ocurrirá como mínimo hasta 2018, fecha hasta donde llegan las estimaciones del organismo.

Pero hay otro dato a tener en cuenta, señala en su blog de La Carta de la Bolsa: el modelo productivo español es muy intensivo en factor trabajo y muy poco intensivo en factor capital, por lo que las actividades que ocupan a mucha población activa son actividades que han desaparecido o están en declive en cuanto a contratación, como construcción, hostelería, restauración, etc. "Y de cara a lo que vamos: eficiencia y productividad, no va a haber recambio a esos sectores", añade Becerra.

La cuestión es que ningún país es ya totalmente autónomo en cuanto a sus decisiones, escribe. "Y menos España tal y como estamos viendo por los requerimientos que se le exigieron cuando aceptó el rescate bancario del pasado año y los nuevos que va a tener que afrontar para conseguir dos años de prórroga en el cumplimiento del déficit". Lo que supone, en opinión del economista, que "España muy poco puede hacer por sí misma".

Entonces, ¿qué hacer?, se pregunta. En opinión de Niño Becerra, lo que se debería hacer es "dejar de pensar en España como un todo y pasar a pensar en clusters de actividad". En España la tasa de desempleo es del 27%, pero hay zonas de Cádiz que supera el 45% y en zonas de Gipuzkoa que no llega al 3%, explica. "Es decir, hay que potenciar las zonas con posibilidades".

Por otro lado, una tasa de paro del 27% indica dos cosas: una, que el desempleo estructural es elevadísimo; otra, que existe un excedente de población activa. "Lo primero es tan sólo parcialmente abordable porque el desempleo estructural es aquel que no es absorbible porque no es necesario". Lo segundo, señala Becerra, "tan sólo se resuelve disminuyendo el número de personas que integran la población activa, por ejemplo, vinculando permiso de residencia con contrato de trabajo lo que llevaría a la salida de España de numerosos inmigrantes sin ocupación. La tasa de desempleo entre la inmigración era del 32% a finales de marzo", recuerda.

Respecto al paro juvenil, más de lo mismo, "con el agravante de que su acceso al mercado de trabajo se ve más y más limitado a medida que se vaya produciendo el alargamiento en la edad de jubilación (o la imposibilidad de la misma debido a la caída en las pensiones) y a medida que se vayan reduciendo los salarios". "Los jóvenes, en su conjunto, lo tienen complicado", concluye.

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