Llegado desde Bruselas, donde ha participado en el Consejo Europeo, Rajoy aterrizó ayer en Cali para pasar 24 horas en la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico, "una buena idea de cuatro países que están haciendo las cosas bien"; esto es: México, Colombia, Perú y Chile. Nuestro país se estrena como miembro observador, el único europeo de los ocho que asisten entre los que también se cuentan Canadá, Costa Rica, Guatemala y Panamá.
Rajoy declaró que llegaba a Cali para "ayudar a exportar a nuestras empresas" y aprovechó su intervención para defender las recetas económicas que está poniendo en marcha su Ejecutivo porque está convencido de que, aunque algunas no son agradables, son las que sientan las bases para un crecimiento muy sólido.
El jefe del Ejecutivo reconoció que España está atravesando un momento de dificultades económicas al igual que toda Europa, pero señaló que el país es un ejemplo de que "la apertura, la liberalización y la integración regional son una receta de éxito". Algo que sólo cree posible con un "esfuerzo continuo" que es lo que está haciendo su Gobierno con el proceso que ha acometido de modernización y ajuste de la economía.
Rajoy también aprovechó la cumbre para evaluar junto con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el estado del acuerdo con la petrolera Pemex para la construcción de floteles en astilleros de Galicia, que se traducen en nuevos encargos a astilleros.
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