
El Gobierno de Hollande se arroga el viraje en la política económica europea que se estaría produciendo: del dogma de la austeridad al objetivo prioritario de crear crecimiento y empleo. El nuevo gobierno italiano se apunta a defender ese cambio de rumbo, al tiempo que España pide estímulos y más Europa. Alemania parece plegar velas y aceptar una demora en el compromiso de déficit a algunos países, mientras que será tendencia controlar la deuda pública vía reforma de la Administración, antes de subir impuestos.
Las abiertas críticas de los socialistas franceses a la política de austeridad defendida férreamente por la Alemania de Merkel abrió la veda sobre un tema que llevaba tiempo cuestionándose en ámbitos más privados: la política de recortes a ultranza que se ha estado aplicando en Europa en los últimos años no está dando los frutos esperados y la situación económica dentre de la UE no mejora al ritmo esperado. Es más, los problemas parecen socializarse y llamar a las puertas de países del Eurogrupo que hasta ahora se habían mantenido a salvo de los vientos que han zarandeado, sobre todo, a los socios del sur.
La austeridad resquebraja el eje franco-alemán, se ha podido leer en la prensa estos días. Pese a que las autoridades de Bruselas se han afanado en exculpar a Alemania -y a Merkel- de los males europeos, una 'guerra' no ayuda a lograr la anhelada recuperación económica, concesiones como las recibibidas por España y Francia, al respecto de sus objetivos comprometidos de déficit, hace pensar que algo está cambiando en las directrices que guían Europa.
Estímulos
Desde distintos ámbitos y países se reclaman estímulos. Hoy mismo, el ministro francés de Economía, Pierre Moscovici, ha proclamado que "la austeridad ha terminado" y que "Europa buscará ahora políticas que estimulen la economía". El nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta, ha pedido caminar decididamente hacia la unión bancaria y medidas en pro del crecimiento económico, al tiempo que piensa en reducir impuestos en su país.
Alemania, por su parte, no sólo ha dado el visto bueno a las prórrogas concedidas por la Comisión Europea a españoles y franceses -y a la que también aspiran italianos-, sino que, según ha declarado Moscovici, "ha aceptado que en situaciones diferentes se apliquen políticas diferentes".
Reformar las distintas administraciones
Ahora bien, si hay algo también en lo que todo el mundo coincide es en que no se deben olvidar las reformas pendientes. Llegados a este punto, el ahorro del gasto y los cambios en las respectivas administraciones se presentan como las medidas preferidas para mantener el déficit bajo control.
"El objetivo es controlar los gastos del Estado modernizando la administración", ha dicho Moscovici. En el mismo sentido, Letta tiene también como prioridad reducir el tamaño de la administración pública para relanzar la economía.
Dentro de las nuevas medidas de ahorro anunciadas por Portugal, se contempla el despido de 30.000 funcionarios y el adelgazamiento de los empleos públicos es algo que se le ha exigido reiteradamente a países como Grecia.
En España, al presidente Rajoy se le ha achacado falta de iniciativa en este sentido. Sonadas han sido esta semana las palabras de Esperanza Aguirre reclamando un adelgazamiento radical de la Administración. En cualquier caso, es una reforma pendiente de este Ejecutivo.