
"Wall Street se emborrachó de dinero en los últimos años y nosotros sufrimos la resaca" aseguró en enero de 2009 el entonces presidente estadounidense George Bush en su despedida de la Casa Blanca. "Nuestra función será retirar el ponche justo cuando empiece la siguiente fiesta", declaró tres años más tarde el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King. Pero el culpable no fue el alcohol, sino la cocaína, según piensa David Nutt, antiguo asesor del gobierno británico en materia de drogas.
"Los banqueros abusaron de la cocaína y nos metieron en este lío terrible", señala en una entrevista en Sunday Times el expresidente del Consejo Consultivo contra el abuso de las drogas.
En su opinión, la cocaína les ayudó a tener un "exceso de confianza en sí mismos" y les llevó "a tomar más riesgos". Esta situación no solo provocó el colapso del banco Barings, sino que posteriormente trajo como resultado la crisis financiera actual.
Nutt, que es actualmente profesor de Neuropsicofarmacología en el Imperial College piensa que la cocaína fue perfecta para la "cultura bancaria de la excitación y el impulso y el más y el más y el más. Es la droga del más", señala en declaraciones que recoge The Guardian.
El antiguo asesor del gobierno británico en materia de drogas fue despedido en 2009 por asegurar que "tomar éxtasis es menos peligroso que montar a caballo" y que "el éxtasis y el LSD son menos dañinos que el alcohol".
Cultura del exceso
La denuncia de Nutt sorprende, pero no es la primera. La crisis comenzó a destapar en 2009 una cultura de alcohol, drogas e inversión en la City de Londres.
Por aquella época empezaron a aparecer numerosos profesionales expertos en desintoxicación asegurando estar asediados por las llamadas de banqueros de inversión solicitando ayuda.
"Consumir cocaína y grandes cantidades de alcohol es parte de la cultura de la City. Trabajas duro, apuestas fuerte y obtienes tu recompensa porque tu bonus es fantástico", explicaba en su día Philip Hopley, psiquiatra al frente de una clínica en Londres.