
Las afirmaciones de la Eurozona sobre la hipertrofia de la banca en Chipre y la necesidad de reducir su tamaño por los riesgos que ese modelo de negocio puede conllevar para la estabilidad financiera y económica han generado comentarios en la prensa internacional señalando a otros países susceptibles de seguir estos pasos, como Malta y Luxemburgo.
La banca del Gran Ducado representa el 27% del Producto Interior Bruto (PIB) y los depósitos domésticos suponen el 500% de su economía, mientras que en el caso de Malta, supone ocho veces su economía, como sucede con Chipre. Sin embargo, ambos países han países defendido la sostenibilidad de sus respectivos sectores bancarios.
"La proporcionalidad de un sector financiero no puede determinarse relacionando su tamaño con el PIB de un país", expone el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en el comunicado enviado hoy.
Así, el Gobierno de Luxemburgo destaca que su banca cuenta con una base de clientes "diversificada, unos servicios de productos sofisticados, mecanismos de supervisión eficaces y respeta e implementa rigurosamente los estándares internacionales".
Todo ello "contribuye a la singularidad" del sector financiero luxemburgués, señaló, y por tanto no es comparable con el de Chipre.
Puerta de inversiones
Sobre el país mediterráneo, la Eurozona ha considerado que el sector financiero es estructuralmente desequilibrado y que el país debe adoptar medidas para reducir específicamente el sector bancario hasta alcanzar la media de la Unión Europea (UE) en 2018.
Esto es "una medida excepcional", según subraya Juncker, que recalcó que el modelo de negocio del sector financiero luxemburgués, conocido por sus ventajas fiscales, es "por antonomasia internacional" y actúa "como una importante puerta de entrada para el área del euro, al atraer inversiones y contribuir así a la competitividad de todos los países miembros".
Lo que importa sobre todo son dos aspectos: la calidad y solidez del sector financiero y la relación de su tamaño no con una economía nacional, sino con la de la Eurozona o el mercado único en su conjunto, sostuvo Juncker, que considera el enfoque de la proporcionalidad "restrictivo" y "contrario al diseño político y conceptual del mercado único".
"Luxemburgo está convencido de la importancia de un funcionamiento fluido y sin barreras del mercado único, incluido para los servicios financieros, así como de la necesidad de unas finanzas públicas sólidas a fin de fomentar la prosperidad y la estabilidad de la Eurozona en su conjunto", señala.
Por ello, el Gran Ducado "no se adherirá a políticas que pretenden renacionalizar elementos del mercado único, ni introducir criterios que van en contra del espíritu de los tratados y en detrimento de nuestras economías", indicó Juncker. "Ese espíritu tiene que permanecer europeo", agregó.
Malta
Por su parte, el gobernador del Banco Central de Malta, Josef Bonnici, ha incidido en la diferenciación de las entidades de su país y en las chipriotas, ya que en Malta los bancos locales no eran "muy activos" a nivel internacional.
"Los problemas a los que se enfrentan los bancos de Chipre incluyen pérdidas por ser tenedores de bonos griegos, mientras que los bancos malteses tienen una exposición limitada a la deuda emitida por países rescatados", explicó.
En este sentido, Bonnici destaca que los dos principales bancos del país, HSBC Malta y el Bank of Valletta, son "altamente rentables" y desarrollan la mayor parte de su negocio en la isla.