
La Unión Europea ha decidido que los ahorradores asuman parte del coste del rescate de Chipre. Se trata de una medida que rompe con uno de los tabús que hasta el momento se habían mantenido en las ayudas prestadas a otros países europeos. ¿Hay posibilidades de que la medida se extienda?
Joerg Asmussen, miembro del consejo del BCE, ha intentado hoy calmar los temores sobre si los clientes bancarios con depósitos en otros países de la Eurozona también podrían sufrir pérdidas en sus ahorros.
"Creo que la situación de Chipre y del sector bancario chipriota es realmente única", dijo Asmussen en una conferencia de prensa celebrada en Berlín.
En la misma línea, el ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha asegurado hoy que la situación económica de Chipre "no es contagiable" a España. Ha señalado en Bruselas, donde asiste al consejo de Agricultura de la Unión Europea, que los bancos españoles ya han afrontado un "saneamiento".
"En este momento están en una magnífica situación y no creo que sea absolutamente contagiable, porque España ya ha afrontado ese proceso, Irlanda también lo hizo, y otros Estados miembros", dijo a la prensa a su llegada a esa reunión.
"Por lo tanto, ese proceso de saneamiento lo hemos hecho ya, y la situación no es la misma porque hay unos condicionantes distintos en el caso chipriota", añadió.
Una solución diferente
En una respuesta totalmente diferente a la ofrecida en anteriores paquetes de ayuda, los ministros de Finanzas de la zona euro quieren que los ahorradores de Chipre paguen una parte del rescate de 10.000 millones de euros a la isla, afectada financieramente por su exposición a la vecina Grecia.
La decisión, anunciada el sábado, conmocionó a los chipriotas y causó una avalancha a los cajeros automáticos, muchos de los cuales se vaciaron en cuestión de horas. Las transferencias electrónicas fueron suspendidas.
Los impuestos originalmente propuestos sobre los depósitos ascienden al 9,9% para los ahorros que excedan los 100.000 euros y del 6,7% a cualquier suma inferior. Aunque el Gobierno chipriota ha acordado con la troika de acreedores un proyecto de ley mejorado sobre la quita a los depósitos privados que suaviza el impacto a los pequeños ahorradores.
Hacer que los titulares de depósitos asuman una parte del coste del plan de rescate había sido un tema tabú en Europa, pero responsables de la zona euro dijeron que era la única forma de salvar el sector financiero de Chipre, que es aproximadamente ocho veces el tamaño de la economía.
Fuentes europeas han asegurado a Reuters que la medida tomada en el caso chipriota no sentaría un precedente.
En España, uno de los cuatro países que recibe ayuda de la zona euro y que se percibe como un posible candidato a un rescate soberano, las autoridades se han apresuraron a decir que Chipre era un caso único.
"La situación de Chipre y este acuerdo no pueden ser extrapolados a ningún otro país de la zona euro", sostuvo el sábado una fuente del Ministerio de Economía de España.
Un portavoz del Banco de España ha asegurado que no había señales de fuga de capitales en el país.