Mientras el Dow Jones marca nuevos récords históricos, la economía de EEUU avanza de forma tímida y el Viejo Continente continúa sumido en una crisis histórica, el ruedo económico y político sigue marcado por las reyertas verbales.
El premio Nobel de Economía, Paul Krugman está recibiendo miles de críticas a este lado del Atlántico por sus sangrientos editoriales contra el Comisario Económico Europeo, Olli Rehn. Con titulares como "Rehn de Terror" o "De cucarachas y otros comisarios", el economista ha lanzado dardos envenenados contra los legisladores europeos.
Rehn, al ser preguntado por este asunto, respondió que prefiere "comentar en bases analíticas y no responder a ataques personales". Sin embargo, el historiador de Harvard, Niall Ferguson, aseguró hoy a Bloomberg que Krugman "ha hecho un daño fundamental a la calidad del discurso económico".
"Puede ser perdonado por estar equivocado, que lo está la mayoría de las veces, pero no puede pasarse por alto es la falta de cívica en sus escritos", afirmó en referencia a los editoriales que publica el premio Nobel en el New York Tmes. Ferguson acusa a Krugman de ser "inseguro" y de tener "algún trauma infantil".
Por supuesto, el Nobel de Economía no se ha quedado callado. En un comunicado ha calificado la respuesta de Ferguson como "patética" y considera que Rehn no entiende el significado de "ataque personal". Krugman defiende que no se ha metido nunca contra la persona de Rehn, sólo ha resaltado su negligencia como comisario europeo.
El Nobel reconoce que "escribe de forma colorista para llamar la atención, pero eso no es un ataque personal", reconoció.
