
La suerte está echada. Salvo que un milagro político interceda hoy entre el presidente Obama y el republicano John Boehner, cabecilla de la Cámara de Representantes, EEUU probará sin aditivos una ración doble de austeridad a través del recorte de gasto automático que se activará durante la jornada. En un momento en que el país despidió 2012 con un insulso crecimiento del 0,1%, según indicó ayer la segunda revisión del Departamento de Comercio, el Fondo Monetario Internacional advirtió que el conocido como secuestro podría pasar factura a la economía mundial.
"Habrá un impacto en el crecimiento mundial. Los países más afectados serán aquellos que tienen lazos comerciales más profundos con EEUU", indicó ayer William Murray, portavoz del FMI, quien advirtió que el crecimiento del país podría reducirse 0,5 puntos porcentuales este año.
Al fin y al cabo, fue precisamente en la institución con sede en Washington donde se gestó aquello de "si EEUU estornuda, el resto del mundo se constipa".
Un último intento
Resfriados a un lado, el mandatario estadounidense se verá hoy cara a cara con ambos partidos en un último intento por evitar un ajuste brusco, que si bien reducirá el déficit presupuestario, también amenaza con poner la zancadilla a la recuperación económica a este lado del Atlántico.
Obama se reunirá en la Casa Blanca a puerta cerrada con los principales líderes demócratas y republicanos del Congreso, en un último esfuerzo por conjurar los recortes automáticos. A menos que ocurra un altamente improbable acuerdo de último minuto, hoy entrarán en vigor los 85.000 millones de dólares (unos 64.000 millones de euros) en recortes al presupuesto de las agencias federales del gobierno.
La reunión, prevista para las 15:05 GMT, cobra un sentido de urgencia después de que ayer el Senado no lograse avanzar en sendas alternativas, presentadas por ambos partidos, para evitar los recortes a toda la burocracia federal que afectarán a todos los presupuestos de la burocracia federal, buena parte de ellos en materia de defensa y programas sociales para niños preescolares, ancianos y gente pobre, entre otros.
Muchos afectados
Dicho esto, tanto los mercados financieros como las distintas agencias federales que se verán afectadas por el recorte, entre ellas el Departamento de Defensa, ya tienen planes de contingencia en cartera.
Precisamente ayer, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) rebajó considerablemente la cifra total del ajuste en cuestión. Mientras la Casa Blanca ha promocionado a bombo y platillo que el efecto del secuestro eliminará del presupuesto alrededor de 85.0000 millones de dólares, la agencia independiente del Congreso limitó el recorte hasta los 42.000 millones de dólares.
La revisión a la baja del ajuste estuvo justificada por la forma en que el gobierno federal de EEUU organiza los contratos. "La adquisición de sistemas de armas y completar grandes proyectos de construcción, por ejemplo, puede llevar varios años", dijo la CBO. Mientras tanto, en el Senado, el portavoz de la mayoría demócrata, Harry Reid, y su partido, pusieron sobre la mesa un "plan equilibrado" para reemplazar los recortes, que incluyó un aumento de impuestos a los ricos.
Recordemos que el secuestro es fruto del fracaso en 2011 para lograr un "gran acuerdo" fiscal y presupuestario en el Congreso. Es por ello que a partir de hoy el recorte de gasto automático, aprobado por ambas cámaras del Congreso y rubricado por Obama, entrará en vigor con la intención de reducir el déficit presupuestario en poco más de un billón de dólares durante los próximos nueve años.
Ayer conocimos que la economía de EEUU no despidió 2012 con una contracción del 0,1 por ciento, sino con un crecimiento por dicho valor, según la segunda revisión del Departamento de Comercio.