El recién electo presidente de Chipre, Nikos Anastasiades, ha asegurado que su nuevo gobierno aceptará mas inspecciones de la Unión Europea y ha subrayado que pondrá orden en su país para superar la crisis financiera y acabar con las acusaciones de lavado de dinero.
"El lavado de dinero es un problema global y ningún país puede asegurar ser inmune. Sin embargo, creo que las acusaciones contra Chipre son injustas y exageradas", afirma Anastasiades en una entrevista hoy con el rotativo Bild.
Añade que "nos hemos sometido a permanentes pruebas, pero seguimos dispuestos a nuevas inspecciones por parte de los gremios pertinentes y a asumir propuestas para mayores mejoras. No tenemos nada que ocultar".
Asimismo reconoce que Chipre es "un país pequeño y actualmente en dificultades financieras. Pero eso no significa que haya perdido su orgullo u honra. En el pasado ya superamos grandes dificultades", además de recordar que la isla se encuentra actualmente dividida.