
El Banco Mundial ha publicado su informe sobre las perspectivas de crecimiento económico global. Ni el Viejo Continente ni EEUU tienen buenas perspectivas a ojos del organismo. En el caso de la zona euro, prevé una contracción del PIB de una décima, frente al crecimiento del 0,7% estimado en junio. Para Washington alerta del riesgo que supone una "parálisis fiscal" derivada de las negociaciones con el techo de deuda y el ajuste presupuestario e impositivo.
"La recuperación económica sigue siendo frágil e incierta, de modo que enturbia las posibilidades de una mejora rápida de la situación y del retorno a un crecimiento económico más sólido", dindicó Jim Yong Kim, presidente del Grupo del Banco Mundial. Al fin y al cabo, el crecimiento económico mundial se situará en torno al 2,4%este año, una décima más del dato registrado para el conjunto de 2012.
Desde la institución reconocen que en la Eurozona "la consolidación fiscal continuará, pero su aplicación será menos severa y, como resultado, su impacto negativo sobre el PIB y el crecimiento debería disminuir". En general, el ajuste fiscal de la zona euro debería suponer alrededor de un 1% del PIB en 2013, frente al 1,7% registrado en 2012. Es por ello, que como la carga fiscal debería relajarse entre 0,2 y 0,6 puntos porcentuales este año.
Dicho esto, desde el Banco Mundial recuerdan el debilitamiento pronunciado de la actividad en Alemania y Francia, un hecho que pone de manifiesto la importancia que la confianza jugará en la recuperación de la Eurozona, que registrará un crecimiento negativo del 0,1% para el conjunto de 2013.
¿Y EEUU?
Por otro lado, el futuro a corto plazo de Estados Unidos dependerá de cómo el país enfrente los desafíos fiscales pendientes, según los expertos del BM. De momento, el ajuste aprobado hasta la fecha hará que el PIB de EEUU crezca un 1,9% en 2013, frente al 2,2% estimado en 2012.
Aún así, sin un ajuste creíble antes de marzo y sin elevar el techo de deuda, la economía podría sufrir una serie de mini-crisis y disputas políticas que se extenderían a lo largo del año además de implicar consecuencias negativas como una rebaja de calificación para EEUU.
Precisamente ayer, la agencia de calificación Fitch advirtió de que puede rebajar su nota a EEUU si el país no incrementa a tiempo el límite de su endeudamiento y toma medidas creíbles para reducir su déficit. Fitch señaló que el rating AAA con perspectiva negativa que actualmente asigna a la deuda estadounidense será rebajado si el Congreso no aumenta a tiempo el techo de la deuda. Además si el Capitolio no alcanza un plan creíble para la reducción del déficit, Fitch rebajará su nota a EEUU incluso si se aumenta el límite de endeudamiento.
Parálisis fiscal
En un escenario alternativo, el Banco Mundial baraja una "parálisis fiscal," donde EEUU sólo da pasos en corto, tanto en lo que a techo de deuda como ajuste fiscal se refiere. Eso haría que la economía de EEUU se contrajera un 0,4%, golpeando así a Europa, que sufriría una contracción más profunda y reduciría el crecimiento mundial en 1,4 puntos porcentuales.
Por otro lado, el Banco Mundial también observa una posible renovada crisis de la zona euro, en la que dos de las economías de la eurozona no consiguieran financiarse en los mercados de capital, algo que provocaría que el crecimiento mundial se desacelerase en 1,3 puntos porcentuales, dijo el banco.