
Los ministros de Economía de la Eurozona vuelven hoy a la mesa de negociaciones tras el fracaso de la semana pasada para desbloquear el dinero griego. Aunque parece que nadie quiere dejar caer a Atenas en la quiebra, son muchos los estados que se resisten a seguir perdiendo dinero, y de hecho, España se juega 25.000 millones de euros.
Para el Gobierno griego, el tema es de vida o muerte, pues si no consigue desbloquear los 31.500 millones del tramo pendiente, podría suspender pagos en fechas próximas.
Para no volver a aplazar una decisión que se arrastra por el enfrentamiento entre el Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre cómo reducir el peso de la deuda helena, los diplomáticos europeos están inmersos en una negociación que podría alargarse toda la noche. Algunos se conformarían con "un acuerdo político de principio" para entregar 44.000 millones a Atenas el 5 de diciembre.
Por el momento, el Eurogrupo ya ha dado su visto bueno a los esfuerzos de Atenas, tras la aprobación de un ajuste de 13.500 millones y del presupuesto de 2013, pero sigue encallado en cómo financiar los 32.600 millones que supondrá aplazar el cumplimiento de los requisitos establecidos por la troika.
Alemania, junto con Holanda, es uno de los países más beligerantes contra una quita de la deuda y, por ello, ha establecido nuevas condiciones, como que todos los fondos que se den a Atenas sean sistemáticamente vertidos en una cuenta especial bloqueada.
Otro problema pendiente, pero con los ministros de Exteriores, es el presupuesto 2014-20, donde la UE trabaja entre bambalinas sobre un acuerdo a 26, excluyendo a Reino Unido, a la luz de la disposición del primer ministro, David Cameron, de bloquear la negociación.
Mientras tanto, desde Alemania llegaban ayer las advertencias del responsable del Mede, Klaus Regling. "No habrá quita de la deuda griega", dijo al periódico Handelsblatt, alegando que esto sólo sería posible ante una "situación extrema". El líder europeo defendió que "hay esperanza" para Grecia, pues el país paga intereses "extremadamente bajos" para sus créditos.
No es de la misma opinión el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, quien defendió también ayer la idea de una condonación de la deuda helena, a largo plazo. Sin embargo, la portavoz del ministerio de Finanzas, Marianne Kothe, le respondió que no contemplan esta opción, y expresó dudas sobre la posibilidad que hoy se llegue a un acuerdo a nivel europeo sobre el tema heleno.