
En un análisis titulado "Rajoy todavía tiene una montaña de deuda por escalar", The Wall Street Journal pone de manifiesto que hasta la fecha, la política del presidente de España de quedarse cruzado de brazos y no pedir el rescate "ha sido validada", para "gran frustración" de aquellos que predijeron que los mercados habrían obligado a estas alturas a la petición de ayuda.
Desde el rotativo señalan que la precaución de Rajoy "ha sido astuta". Al fin y al cabo, el Gobierno no cuenta con garantías suficientes de que una petición de rescate "llevaría a una reducción significativa de sus costes de financiación más allá de lo que se ha logrado hasta ahora". Además, el BCE podría mostrarse reacio a fomentar los rendimientos demasiado bajos, ya que esto podría alentar a otros países a buscar la misma clase de apoyo .
Sin embargo, según señala el diario, la vida de Rajoy está "a punto de complicarse". Es cierto que "España está haciendo más progresos de los que a veces se reconoce" pero es probable que el país tenga que emitir hasta 124.000 millones de euros en bonos y letras el próximo año, según las estimaciones de UBS, si quiere cubrir sus necesidades financieras.
El problema es que Rajoy tendrá que recolectar este dinero en un contexto bastante complicado, con una profunda recesión y la mayoría de los expertos apuntando que España no cumplirá con sus objetivos fiscales. Desde el WSJ señalan que lo que realmente va a decidir el destino de España es "si Rajoy logrará convencer al mercado de que realmente ha limpiado el desorden bancario del país".
La "limpieza" de la banca
La "limpieza" del sistema bancario español todavía tiene deudas externas de 892.000 millones de euros, lo que equivale al 83% del PIB. Al mismo tiempo, gran parte del sistema está abrumado por las hipotecas existentes con una tasa de interés muy por debajo de la tasa que los bancos pagan actualmente por los depósitos y los fondos del mercado de bonos. Los críticos argumentan que el banco malo, Sareb, es simplemente demasiado pequeño, con activos equivalentes a sólo el 8% del PIB, frente a casi el 90% del banco malo irlandés.
Incluso después de la recapitalización, "la mayor parte de las deudas incobrables se mantendrá en las hojas de balance de los bancos, que todavía tendrán que depender de la BCE", indican desde el periódico estadounidense. Además, si el Gobierno asume que las entidades patrias seguirán comprando sus bonos, "el vínculo tóxico entre Gobierno y los bancos no se romperá sino que se reforzará todavía más".
El WSJ cita a altos ejecutivos de los bancos españoles que aseguran que el programa de compra de bonos por parte del BCE (OMT, por sus siglas en inglés) es esencial para que sus costes de financiación alcancen el nivel que consiga restaurar la salud al sistema bancario español.
Es por ello que si el plan de reforma de la banca se queda a medias, Rajoy podría encontrarse en una situación en la que "ni siquiera la ayuda del BCE será suficiente para convencer a los mercados y seguir manteniendo la financiación del Gobierno español".