Economía

Obama se reunirá con los líderes del Congreso para afrontar el temido 'abismo fiscal'

  • El presidente de EEUU insistió en que subirá los impuestos a los más ricos

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitará la próxima semana a los líderes del Congreso a la Casa Blanca para tratar de cerrar un acuerdo antes de final de año que evite el denominado abismo fiscal (aumento brusco de impuestos y recortes de gasto público), según ha anunciado este viernes el mandatario en un discurso.

Entre los invitados a la Casa Blanca, según fuentes gubernamentales, figurarán el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner; la jefa de los demócratas en la Cámara, Nancy Pelosi; el jefe de los demócratas en el Senado, Harry Reid; y el principal representante republicano en el Senado, Mitch McConnell.

En su primer discurso desde su reelección en los comicios presidenciales del pasado 6 de noviembre, Obama abogó este viernes por reducir el déficit público de forma "equilibrada y responsable" y, por tanto, por combinar el recorte del gasto público con una política de aumento de los ingresos. Por ello, el presidente insistió en que se debe pedir a los estadounidenses con mayor poder adquisitivo que paguen "un poco más" en impuestos.

Asimismo, el presidente pidió a demócratas y republicanos que pongan fin a sus diferencias de los últimos cuatro años y lleguen a un acuerdo para evitar una nueva recesión. En todo caso, todavía no están cerrados todos los detalles de su plan y está abierto a "nuevas ideas" que permitan "solucionar los retos fiscales", aseguró Obama, no sin advertir de que rechazará "cualquier enfoque que sea equilibrado".

Las elecciones del pasado martes, manifestó, han demostrado que "la mayoría de los estadounidenses" están de acuerdo con su enfoque, y ahora corresponde al Congreso de Estados Unidos "reflejar esa mayoría".

Demócratas y republicanos deben negociar la posible renovación de las desgravaciones adoptadas durante la presidencia de George W. Bush. Los demócratas apoyan las degravaciones pero a condición de que se suban los impuestos a los norteamericanos que ingresen al menos 250.000 dólares al año.

De no llegarse a un acuerdo antes de fin de año, el Gobierno se vería obligado a aplicar, automáticamente, subidas de impuestos y recortes del gasto público valorados en 600.000 millones de dólares, lo cual podría conducir a una nueva recesión, según las estimaciones.

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