
Cristóbal Montoro encargó a patrimonio del Estado poner en marcha un proceso de venta de inmuebles públicos con el que obtener ingresos extra. Uno de los edificios que podría entrar en esta lista de vendibles es la casa-palacio de Castellana 19, donde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha mantenido su sede histórica.
El inmueble, situado en el madrileño Paseo de La Castellana y construido en 1903, está valorado en más de 28 millones de euros.
A pesar de la actual crisis por la que atraviesa el mercado inmobiliario español, el Ejecutivo considera que podría obtener una mayor rentabilidad de la venta del palacete que de su alquiler, según han informado a Bloomberg fuentes cercanas que pidieron no ser identificadas porque los planes del Gobierno aún no se han hecho públicos.
El pasado mes de octubre, el director de Patrimonio del Estado, Carlos San Basilio, anunció que el Ministerio de Hacienda le había encargado buscar comprador para un lote de 100 edificios públicos ubicados en el centro de Madrid. San Basilio no facilitó los datos de dichos edificios, pero indicó que tienen un valor medio de 20 millones de euros, lo que permitiría ingresar a las arcas estatales 2.000 millones.
Sin fecha determinada, las primeras desinversiones podrían producirse a lo largo del año 2013, añadió el responsable de Patrimonio, quien apuntó que el plan contemplaba la concesión por un plazo máximo de 30 años o la venta de los edificios. Esta última sería la opción por la que podrían decantarse finalmente para la antigua sede de la CNMV, aunque fuentes del Ministerio de Hacienda han señalado a Bloomberg que todavía no se han tomado decisiones definitivas sobre qué activos se incluirán en el proceso de venta.
El regulador que ahora preside Elvira Rodríguez adquirió el Edificio Edison a la Mutua Madrileña por 71,1 millones de euros, un gasto al que se le han sumado más de 2 millones de euros por las reformas que tuvo que realizar en el nuevo inmueble y por la mudanza. El supervisor bursátil justificó el cambio de sede en base al ahorro que generaría en alquileres al unificar sus sedes, aunque las elevadas cifras de la operación han generado críticas. La venta de Castellana 19, que la CNMV ya contemplaba, ayudaría a sufragar parte de los gastos.