
En línea con las declaraciones realizadas ayer por Wolfgang Schäuble, ministro alemán de Finanzas, diversos medios han asegurado que Bruselas otorgará otros dos años a Grecia para alcanzar la meta de déficit. Mientras, desde el BCE han negado que dicho aplazamiento esté ya autorizado, aunque no descartan la posibilidad.
El miembro alemán del directorio del Banco Central Europeo (BCE), Jörg Asmussen, ha sido el encargado de salir al paso de las informaciones publicadas hoy sobre un acuerdo para conceder a Grecia dos años más de tiempo para sanear sus finanzas y presupuestos, aunque tampoco ha descartado que llegue a alcanzarse.
Puerta abierta
"Por ahora no hay un acuerdo final de la troika -FMI, BCE y Bruselas- con el gobierno griego. Estamos progresando en Atenas, pero todavía no hemos acabado", expresó Asmussen a la televisión germana ARD.
El nuevo borrador del nuevo memorándum de entendimiento que negocia el país heleno con sus acreedores muestra que los recortes en Grecia se realizarían a lo largo de cuatro años, como pretendía Atenas, en vez de en dos, como estaba contemplado originalmente en el rescate de Grecia. Tanto la agencia Reuters como el diario alemán Süddeutsche Zeitung han tenido acceso a dicho documento.
"Si se extendieran los plazos en dos años, los demás Estados de la zona euro tendrían que proporcionar más medios financieros", añadió. Ayer, Schäuble dio un giro a la posición oficial alemana hasta la fecha al mostrarse a favor de conceder a Grecia más tiempo para acometer íntegramente el plan de ajustes.
Si se confirmase esta modificación en los términos acordados, Atenas debería cumplir el objetivo de déficit del 3% en 2016, en vez de en 2014, como estaba previsto inicialmente. Asimismo, el Gobierno griego dispondrá de más tiempo para aplicar las reformas del mercado laboral y llevar a cabo las privatizaciones previstas en el segundo rescate pactado con la troika.
A este respecto, el rotativo germano señala que el Gobierno griego prevé recaudar con estas privatizaciones alrededor de 8.800 millones de euros, lejos de los 19.000 millones inicialmente calculados.