Economía

El impuesto al juego causará pérdidas de 600 millones, según los loteros

  • Aseguran que será imposible financiar el agujero de las CCAA

El nuevo impuesto que grava los premios de loterías -la tasa será del 20 por ciento y afectará a todos aquellos que superen los 2.500 euros- ha puesto en pie de guerra al sector. Las administraciones de Loterías aseguran que la medida provocará una caída en picado de las ventas y reducirá consecuentemente los ingresos del Estado. Manuel Izquierdo, el presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal), ha remitido una carta a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la que advierte de los riegos de esta nueva imposición.

"Que el Gobierno corra alegremente, imprudentemente, el riesgo de un descenso brutal de ventas como castigo del jugador al Estado por perseguirle hasta en sus sueños, es doblemente inadecuado cuando se pretende que sea Loterías, con 6.000 millones de euros, la que financie el agujero de las comunidades autónomas", asegura en la misiva, a la que ha tenido acceso elEconomista.

Desplome de ingresos

Para los loteros, la fuerte caída de las ventas que puede provocar la tasa podría reducir drásticamente los ingresos del Estado. En su carta Izquierdo asegura que en el caso de Loterías los ingresos se podrían reducir un 50 por ciento, "lo que representaría unas pérdidas de 1.500 millones".

Desde Anapal se reconoce, no obstante, que eso sería en un caso realmente dramático. Según dicen, es muy difícil establecer un cálculo exacto, pero lo normal es que la facturación pudiera reducirse entre un 10 y un 20 por ciento, causando unas pérdidas de entre 300 y 600 millones de euros. El nuevo impuesto pretende recaudar 824 millones de euros para las arcas públicas. Afectará a los premios de loterías y apuestas organizadas por la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (Selae), aquellos juegos organizados por las distintas comunidades autónomas, así como a los sorteos de la Cruz Roja y la Once, que por ahora prefieren no pronunciarse públicamente.

Este nuevo gravamen se aplicará a los premios que se celebren a partir del 1 de enero de 2013, por lo que el tradicional Sorteo de Navidad de 2012 será el último en el que no se aplique. "El diseño del impuesto pone en peligro el futuro de los juegos, su rentabilidad a medio plazo, y por lo tanto el empleo del conjunto de la red", dice el presidente de Anapal en su carta. Los loteros han reclamado ya una reunión urgente al Gobierno para tratar de buscar una salida alternativa, aunque todo parece indicar que será muy difícil.

Actualmente, los únicos países de la Unión Europea en los que se gravan los premios de loterías son Grecia, Italia, Rumanía, Hungría y Holanda. En Portugal se intentó ya hace años, pero se retiró tras caer los ingresos de las loterías públicas cerca de un 10 por ciento.

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