Economía

Retrasar la edad de jubilación ahorraría hasta el 3% del PIB

  • El gasto en pensiones implica una carga del 9% sobre el PIB
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez. Foto: Archivo

La reforma de las pensiones es igual de necesaria que de insuficiente. Los expertos calculan que el gasto actual en esta partida implica una carga del 9% sobre el Producto Interior Bruto (PIB). Una cantidad que se podría duplicar en las próximas décadas. No obstante, la última reforma de las pensiones ahorraría un 3% del PIB sobre el crecimiento previsto en este periodo.

Ello, unido a las perspectivas demográficas, y a la complicada situación laboral, genera un cóctel letal para nuestra maltrecha economía. Por ello, hay que pisar el acelerador.

Aunque la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha confirmado este fin de semana que el Gobierno no va a acelerar la edad de jubilación, una de las medidas que contemplaba la Ley sobre Adecuación, Adaptación y Modernización del Sistema de Seguridad Social era este restraso hasta los 67 años.

El problema es que se va a hacer de forma progresiva entre 2013 y 2027. Y las arcas españolas no aguantan 14 años. De hecho, una de las medidas que podrían implantarnos desde Bruselas en caso de que solicitemos el rescate sería adelantar la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años. Sólo con esta medida se rebajaría el gasto sobre el PIB en más de un 1% a largo plazo, según los cálculos realizados por Manuel Álvarez, director del Observatorio de Pensiones Caser.

La esperanza de vida para quienes han cumplido 65 años se ha incrementado en dos años desde 2000. Así, los hombres sobreviven de media 18,3 años después de la jubilación, y las mujeres 22,2 años. Pero actualmente, los españoles abandonan el mercado laboral a los 62,3 años, lo que nos sitúa por encima de la Europa de los 15, que deja de trabajar a los 61,6 años.

Contar toda la vida laboral

Pero en Europa hay más divergencias. Algunos países, como Austria, Bélgica o Luxemburgo, permiten al trabajador que ha cumplido todos los periodos de cotización jubilarse. Por ello, desde Bruselas apuestan por la desaparición progresiva de la jubilación anticipada. Pero no sólo en las pensiones públicas, sino también para las privadas, que cada vez más adquieren protagonismo.

La reforma del anterior Gobierno socialista aumentó en una década el número de años que se tienen en cuenta para calcular la pensión de jubilación, al pasarlo de 15 a 25.

Pero en este punto, también se quedó corto: los expertos del sector asegurador ven más "justo, lógico y racional" tener en cuenta toda la vida laboral. Aunque advierten de que podría suponer un respiro para la Seguridad Social, también reconocen que rebajaría la pensión que recibirían los jubilados, pues se tienen en cuenta los sueldos de los primeros años de trabajo, que al ser más bajos, abaratan la pensión.

De hecho, el Libro Blanco de las Pensiones que publicó la Comisión Europea el pasado mes de febrero apostaba por ampliar la duración de los periodos de cotización, y no centrarse únicamente en aumentar la edad legal de retiro.

Los expertos del sector asegurador consultados por elEconomista consideran que los planes de pensiones privados son "lo más factible en Europa". Sin embargo, también hay divergencias en torno a quiénes deben ahorrar y qué cantidad debe suponer del total de la pensión que se reciba tras el retiro definitivo del mercado laboral.

El exsecretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, considera que el Sistema público debe tener un límite bajo para las rentas más elevadas, y que quede compensado por un plan de pensiones privado. Granado insiste en la importancia de diferenciar entre una persona mileurista, que no tiene capacidad de ahorro en el actual contexto económico, y quienes tienen rentas más altas.

Pero en Caser, su director del Observatorio de Pensiones considera errónea la visión del exsecretario de Estado de que sólo ahorren las rentas más altas, y advierte de que "no se puede confiar exclusivamente en un sistema público de reparto". "Éste agudiza el riesgo social de una crisis del sistema de pensiones ", argumenta el experto. Y cifra en un 30% la cantidad "aconsejable" que los planes de pensiones privados deben constituir del total del salario que se reciba tras el retiro. Y lanza un aviso para quienes tienen rentas algo más elevadas: "Quienes ingresen más de 30.000 euros deben tener claro que la pensión tras la jubilación dependerá cada vez más de su propio ahorro y no de la Seguridad Social".

Incentivos para las pymes

El Libro Blanco de las Pensiones , que publicó la Comisión apostaba ,por fomentar los planes de ahorro privados complementarios. Por ello, desde Bruselas se apostaba por incentivos fiscales hacia los planes de pensiones precapitalización. En este sentido, la Comisión Europea hacía un llamamiento a los interlocutores sociales y a los gobiernos para promoverlos.

Desde CCOO, su secretario de Seguridad Social, Carlos Bravo, considera que esos incentivos fiscales deben focalizarse a planes de pensiones complementarios para pymes y micropymes, "el 80% del tejido empresarial español".

Por ello, apuestan por que la negociación colectiva impulse pensiones complementarias, pues "resulta más económico que si se hace de forma individual y, además, permite generalizar una pensión complementaria a todos los niveles de la sociedad".

Desde el sindicato son partidarios de que la población española aumente sus niveles de ahorro. Pero recuerdan que la mayoría de los españoles tiene un salario que se mueve en una horquilla de entre 700 y 1.100 euros, lo que dificulta destinar parte del salario para tener una pensión complementaria. CCOO ha hecho cuentas: para que los trabajadores tengan una pensión complementaria del 25 por ciento, deben empezar a ahorrar a los 25 años en torno al 6 y el 8 por ciento de su sueldo.

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