
El Partido Liberaldemócrata que lidera el viceprimer ministro británico Nick Clegg insiste en su petición de nuevos impuestos para los más ricos, en un intento de desmarcarse de sus socios de Gobierno y de recuperar el favor de las clases medias y su propia popularidad, que atraviesa por sus horas más bajas debido al desgaste del poder.
Clegg reclama el llamado 'impuesto de las mansiones', que gravaría las propiedades cuyo valor supere los 2,5 millones de libras, algo desestimado por el partido conservador que dirige el primer ministro británico, David Cameron, cuyo secretario del Tesoro, George Osborne, no sólo no tuvo en cuenta esta petición a la hora de negociar el último presupuesto sino que, además, rebajó en un 5% el tipo impositivo que se aplica a las rentas más altas, que ha pasado del 50% al 45%.
El líder liberaldemócrata ha dicho, según recoge el dirio El Mundo: "No podemos permitir que los trabajadores con pocos ingresos y que la gente de clase media estén abrumados por los impuestos, mientras los oligarcas rusos pagan la misma contribución que ellos por sus casas".
"Si queremos mantenernos como una sociedad próspera y cohesionada, aquellas personas con una coonsiderable fortuna personal deben hacer una contribución extra ", dijo también Clegg hace unas semanas, cuando habló en la prensa inglesa de la necesidad de instaurar un "impuesto de emergencia" para las rentas más altas.
Clegg, anunció, de cara a las próximas elecciones de 2015, que su partido no irá en coalición con una fuerza que propugne más recortes sociales y se niegue a aumentar los impuestos a los ricos.