
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, asegura que "el euro es irreversible" y que ha sido y será "enormemente beneficioso" para todos los europeos. Sobre la cuestión de si España solicitará o no un rescate a Europa, nada desvela: "Vamos a esperar a las decisiones del BCE y a partir de ahí tomaremos una decisión".
"Yo hago lo que creo que beneficia a los intereses generales del euro y a los de España en cada momento concreto", afirma este domingo el presidente Rajoy, en una entrevista que publica el diario ABC.
La sentencia podría considerarse como la hoja de ruta de un mandatario que reconoce que "la realidad" le ha impedido cumplir su programa electoral y que se posiciona como firme defensor de la idea de más Europa.
Esperando a Draghi
Sobre si España pedirá o no ayuda económica a Europa, más allá del préstamo de hasta 100.000 millones solicitado para el saneamiento de la banca, el presidente español sigue diciendo que esperará a conocer las decisiones del BCE -Draghi moverá ficha esta semana- antes de tomar una decisión "que hoy todavía no está adoptada".
En referencia a la ayuda para la banca, Rajoy dice que la mayoría de los gobiernos de Europa inyectaron grandes sumas de dinero en su banca durante los años 2008 y 2009, en los inicios de la crisis financiera, y que, sin embargo, España no lo hizo. "Hoy es más difícil acudir a los mercados y por eso hemos tenido que pedir esa ayuda para nuestras entidades financieras".
Europeísta convencido
Mirando a Bruselas, Rajoy asegura que el gran objetivo es "poner en marcha los acuerdos del Consejo Europeo" del pasado mes de junio que, según él, "marcó las líneas de lo que será la nueva Europa: unión bancaria, unión fiscal, una autoridad supervisora, intervenciones para estabilizar el euro..."
Rajoy se muestra tajante al afirmar que hay acuerdo entre los principales líderes en las cuestiones fundamentales sobre el futuro de Europa, si bien admite discrepancias en los tiempos o en actuaciones concretas.
Unión bancaria, pronto; la unión fiscal tardará
"Cuando Europa no avanza, Europa retrocede", dice el presidente español, quien dice haber hecho su aportación en forma de propuestas al debate de la constitución de una unión bancaria en los siguientes términos: "Creemos que debe haber un supervisor, un fondo de garantía de depósitos y un instrumento para poder reestructurar entidades financieras y separar claramente el riesgo soberano del bancario".
En cuanto a la unión fiscal, Rajoy piensa que "es necesario hacerla en tres fases". En primera instancia, "los países tienen que adoptar medidas para cumplir criterios de convergencia fiscal y económica". En una segunda etapa, "se crearía una autoridad presupuestaria europea para supervisar la ejecución del presupuesto y recomendar los objetivos y la orientación de la política fiscal. En este estadio ya podría emitirse una deuda europea con vencimientos a medio y largo plazo". Por último, en una tercera fase, "los objetivos fiscales se decidirían de forma conjunta, pero la vigilancia sería de esa autoridad presupuestaria y ya se podría emitir deuda conjunta europea".
Rajoy asegura que en la construcción de Europa la responsabilidad ha de ser asumida por el conjunto de sus países miembros, si bien dice que corresponde a las naciones con mayor población y mayor PIB asumir un papel más determinante en el proceso, reconociendo así el liderazgo alemán, pero también el francés, en el proceso.