
El Banco Central Europeo (BCE) tratará los detalles del nuevo programa de compra de deuda soberana de países de la zona del euro con problemas en su próxima reunión del próximo 6 de septiembre.
El miembro alemán del comité ejecutivo del BCE, Jörg Asmussen, dijo hoy en Hamburgo que "actualmente se elaboran los detalles técnicos y operativos del programa" de compra de deuda.
"El consejo de gobierno del BCE discutirá intensivamente todos los aspectos del programa en su reunión dentro de pocos días", afirmó Asmussen en un discurso en un acto organizado por el Bundesbank.
No obstante, Asmussen hizo hincapié en que la entidad monetaria "no debe ni puede costear los errores de la política financiera y presupuestaria". Los gobiernos deben restaurar de nuevo la credibilidad con reformas determinantes.
La institución se ha mostrado dispuesta a comprar deuda en paralelo con los fondos europeos de rescate temporal y permanente FEEF y MEDE. Pero, previamente, un Estado debe realizar la solicitud de ayuda y cumplir amplias condiciones político-económicas.
En opinión de Asmussen, el FEEF y el MEDE deberían intervenir en el mercado primario de deuda a petición del país afectado, antes de que el BCE intervenga.
Asmussen reiteró la disposición del BCE de asumir junto a los bancos centrales nacionales la responsabilidad de la supervisión bancaria, pero bajo determinadas condiciones.
La estabilidad de precios, primero
El BCE deberá mantener su mandato principal de estabilidad de precios, por lo que la política monetaria y la supervisión bancaria deben separarse estrictamente, apostilló Asmussen.
Asimismo el BCE prestará atención para que "no disminuya de ninguna manera su independencia en la política monetaria".
"Los estatutos del BCE deben ser equipados con todos los instrumentos que son necesarios para desarrollar de forma efectiva las tareas de la supervisión bancaria", según Asmussen. Esto se refiere, sobre todo, el acceso a todas las informaciones necesarias, derechos de intervención y el derecho de cerrar bancos no viables.
"Sin este equipamiento mínimo, el BCE no asumirá la responsabilidad, el riesgo para la reputación de la institución sería demasiado grande", dijo Asmussen.
Propuso también la creación de un fondo, financiado por la industria financiera, que esté disponible para liquidar bancos importantes del sistema financiero en caso necesario, sin cargar al contribuyente y a los presupuestos nacionales.
Fondo de garantía europeo
Además, en su opinión, "debería organizarse una garantía de depósitos a nivel europeo".
"Como modelo podría servir la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC por sus siglas en inglés) estadounidense", según Asmussen, ya que "la falta de un sistema de garantías de depósitos unificado ha intensificado adicionalmente la crisis en algunos países de la zona del euro".
En otro orden de cosas, Asmussen instó a Grecia a avanzar más en el proceso de reformas, que está paralizado desde las elecciones en primavera.
"Está claro que cada retraso de las reformas y cada prolongación del tiempo de ajuste, cuesta dinero. Dinero que se debe ahorrar en otra posición o que los socios deben poner a disposición", aseguró Asmussen.