Economía

Niño Becerra y el tema tabú en la UE: ¿hay que limitar la solidaridad entre países y CCAA?

  • Trata de los recursos que alguien que no está bien tiene que dar a otro peor

"Hay un tema del que en Europa ni se ha hablado ni se habla, un tema taboo que se insinúa pero que aún no ha sido puesto encima de la mesa por una sola razón, y es que las cosas aún no están lo suficientemente mal". Así empieza hoy el economista Santiago Niño Becerra su blog en La Carta de la Bolsa para introducir una cuestión que en el seno de la Unión Europea puede empezar a tomar un mayor protagonismo.

Este tema tabú, prosigue, tiene que ver con la cantidad de recursos que alguien que no está bien y que ya tiene problemas tiene que dar a otro alguien que está peor que quien da.

Es un tema que cuando el mundo, Europa, España, iban bien no representaba un problema real. "Tan sólo cuando algunos se referían a él un coro de voces se alzaba para acusar a esos algunos de estar menoscabando la paz social". Pero ahora las cosas están cambiando, apunta Niño Becerra.

El tema, recuerda el Catedrático de Estructura Económica, lo puso Alemania sobre la mesa hace un tiempo en relación a los países periféricos pero, en su opinión, es aplicable al interior de los países, a las regiones, a las agrupaciones municipales, a los barrios...

Un país en una zona económica, una región, "aporta al conjunto una cantidad, en la forma que sea, pactada en un momento que no se parece en nada al actual, ni en cuanto a la tasa de crecimiento, ni las carencias presentes ni esperadas de unos y otros". Ahora bien, añade, "la recaudación fiscal que antes y ahora se obtenía es tratada hoy del mismo modo a como lo era ayer".

Muchos pensarán que Alemania fue el país que más aportó a los fondos estructurales europeos. "Cierto", indica Niño Becerra. "Pero también es cierto que Alemania fue la economía que en conjunto mas se benefició, y también es cierto que esos fondos estructurales fueron movidos por el interés antes que por cualquier otro motivo".

Hoy, las peticiones de mutualización de la deuda pública a través de los eurobonos o la concesión de una ficha bancaria al nuevo fondo de rescate, el MEDE, no es más que una nueva versión de aquellos fondos estructurales, agrega el economista. "Sin embargo la diferencia entre ambos momentos es abismal: hoy, a diferencia de entonces, las cosas van mal y mal se espera que vayan a seguir yendo".

"Ahora las expectativas son de un color negro noche, las deudas son impagables, los recursos son escasos e infinitos los excesos de capacidades productivas. Hemos llegado a límites que ayer eran implanteables, lo que supone que van a tener que hacerse consideraciones, a formularse preguntas que antes no era pertinente hacer ni formular", sentencia Niño Becerra.

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