
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha afirmado que hay que ser "comprensivos" con la difícil situación que está atravesando Grecia, a un día de que el primer ministro heleno Antonis Samaras, se reúna con la canciller germana Angela Merkel.
En una entrevista telefónica para la radio alemana SWR, Schäuble también ha asegurado que es evidente que Atenas ha perdido tiempo en la puesta en marcha de las reformas debido al limbo político en el que se mantuvo durante tres meses, después de que se tuvieran que repetir los comicios presidenciales.
Además, como ayer hizo Angela Merkel, instó a esperar al informe de la troika, que se dará a conocer en septiembre, para tomar decisiones.
Más tiempo no es la solución
El ministro alemán sí se ha pronunciado sobre la petición realizada por Samaras y considera que dar más tiempo a Grecia para aplicar sus recortes de gasto no solucionaría los problemas y que puede significar "más dinero". "Más tiempo no es una solución a los problemas", afirmó.
Ayer, el primer ministro griego volvía a hacer referencia a la presión del timing del rescate y pedía a través de la publicación germana Blid "un poco de aire" a la troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Todo lo que queremos es un poco de aire para respirar para hacer que la economía mejore y aumentar los ingresos estatales. Más tiempo no significa automáticamente más dinero", explicaba el mandatario griego.
No habrá más dinero
Sin embargo, Shäuble ha dejado claro hoy que no comparte el punto de vista de coste cero en el caso de otorgarle un aplazamiento de sus compromisos a Atenas. En su opinión, una medida de este tipo supondría que les va "costar más" a los acreedores, que ya están al límite de lo "económicamente justificable".
"No podemos decir que no es suficiente", ha afirmado el ministro de Finanzas alemán en referencia a la quita de deuda aprobada hace medio año. "De esta forma, nunca recuperarás la confianza de los mercados financieros. Así que más tiempo no es la solución a los problemas. La cuestión es cómo traemos de vuelta la confianza", manifestó.
Hace pocos días, Wolfgang Shäuble ya destacó su rechazo a ampliar las ayudas económicas a Grecia. "Es irresponsable arrojar dinero a un pozo sin fondo", indicaba en Berlín, al tiempo que aseguraba que Alemania no va a contribuir con más inyecciones.
El Gobierno griego trabajaba ayer contrarreloj para cuadrar las últimas cifras del plan de recorte de 11.500 millones de euros que le exige la troika. De su informe depende la liberación de un tramo de 31.000 millones de euros que Grecia necesita para hacer frente a sus pagos y que es parte de los 130.000 millones de euros del segundo rescate.
Ayer, Antonis Samaras desgranó el plan al presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, quien manifestó que el país heleno afronta su "última oportunidad" de evitar la suspensión de pagos.