
Desde que ocupó el poder, el ejecutivo de Mariano Rajoy se ha esforzado por implantar distintas y diversas medidas fiscales con el objetivo de convencer a los inversores internacionales sobre la sotenibilidad de la economía española.
Sin embargo, después de que Bruselas relajase los objetivos fiscales impuestos a España, los analistas de Bank of America Merrill Lynch estiman que el Gobierno se quedará corto el año que viene, cuando el déficit se situará en el 4,8%, tres décimas más del objetivo oficial situado en el 4,5%.
En este sentido, los expertos del banco estadounidense recuerdan que España tiene todavía que cumplir ciertas condiciones para que Bruselas de por bueno conceder un año adicional (hasta 2014) para alcanzar el límite de déficit del 3%.
¿El problema?, "España no está satisfaciendo todos los requisitos", según indica BofA Merrill Lynch y las piezas que faltan en el puzzle de reformas "son clave" para obtener el apoyo del Banco Central Europeo y del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el fondo de rescate de la UE.
Las medidas necesarias
Así, desde el banco enumeran una serie de medidas que Mariano Rajoy y su equipo deben acelerar si desean contar con el tiempo extra para cumplir con sus deberes fiscales.
Según BofA Merrill Lynch, se hace necesario el establecimiento de una institución fiscal independiente. También se hace referencia a una reforma más profunda del sistema de pensiones así como la aplicación de "políticas activas" para mejorar el mercado laboral. La lista culmina con trazar "un mayor ajuste fiscal para el 2014".
Los analistas del banco estadounidense advierten "riesgos significativos" en lo que a los objetivos fiscales se refiere para 2013. En primer lugar, cita el informe, los efectos de algunas de las medidas ya anunciadas "son inciertos", especialmente los incentivos para repatriar ingresos en el extranjero o el plan para reducir la evasión fiscal.
Aún así, indica Bank of America, "el riesgo más importante está en las regiones", en clara referencia a las comunidades autónomas. "España tiene todavía que demostrar que las finanzas regionales pueden mantenerse bajo control mediante el uso de las herramientas disponibles para mejorar la disciplina fiscal, especialmente en el nivel sub-nacional", señalan.