
El fondo de rescate europeo podrá comprar deuda, pero hay que tener un poco de paciencia. El primer ministro italiano Mario Monti sigue con la labor diplomática en su ronda de contactos europeos. Tras encontrarse el martes con el presidente francés François Hollande, y a la espera de ser recibido hoy en la Moncloa por el presidente Mariano Rajoy, visitó ayer Helsinki para reunirse con su hómologo finlandés Jyki Katainen. Aprovechó el encuentro con uno de los halcones del rigor presupuestario para dejar entreabierta la puerta a la posibilidad de que el fondo de rescate europeo reciba licencia bancaria.
La entrevista entre Rajoy y Monti arrancará a las 14.00 horas en el Palacio de la Moncloa, donde mantendrán un almuerzo de trabajo en el que también participará el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Posteriormente, comparecerán ante los medios de comunicación. A las 17:00 horas, el primer ministro italiano se entrevistará con el Rey Juan Carlos I en La Zarzuela. A dicha reunión también a sistirá José Manuel García Margallo, ministro de Asuntos Exteriores.
Monti aseguró ayer en Finlandia que conceder la licencia bancaria al Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) "ayudaría", pero "esto ocurrirá a su debido tiempo". Remachó diciendo que las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, en las que aseguraba que iba "hacer todo lo posible" para proteger al euro, fueron "interesantes, valientes y apropiadas".
A la espera de que el consejo del BCE decida hoy cómo intervenir, el mensaje es claro: Italia apuesta por el cumplimiento de los acuerdos del Consejo Europeo del 29 de julio, y la licencia bancaria para el Mede sería el camino maestro. Dicha licencia permitiría al fondo recibir financiación del BCE para comprar cantidades ilimitadas de deuda soberana, lo que serviría para calmar los mercados de deuda.
Pero con el MEDE a medias, a la espera de una decisión del Constitucional alemán, hay que buscar otras medidas paliativas para aliviar la presión sobre Roma y Madrid. De esto Monti hablará con Rajoy durante su visita en Madrid. Mientras tanto, el antiguo comisario europeo va abriendo paso a una utilización más flexible de los fondos de rescate (o a una intervención transitoria de la Eurotorre).
Ayer, el resultado del encuentro con el líder de Finlandia (el país que junto con Holanda había renegado los últimos acuerdos sobre el Mede) fue satisfactorio.
"No son normales"
Katainen ha reconocido que los costes de financiación a los que se enfrentan Italia y España "no son normales". "Las rentabilidades de los bonos son demasiado elevadas en muchos países no por la situación particular de cada país, sino porque el escenario general es tan grave que los mercados no dan valor a lo que realmente se está haciendo o a las promesas de futuro", dijo en la rueda de prensa.
El mandatario finlandés añadió que considera "injusta" la situación y quiso dejar claro que Helsinki apuesta por Europa "porque las reglas son justas e iguales para todos, aunque ahora estamos viendo que ése no es el caso. Mucha gente en Finlandia ha perdido su empleo por la crisis del sur, y esto les parece injusto".
Y el hecho de que tampoco los rigurosos finlandeses consideran equitativa la situación de la eurozona es una advertencia rotunda para el Bundesbank, el Banco Central alemán, que se ha opuesto con fuerza a la intervención del BCE en la compra de deuda, instando que el instituto emisor europeo debe esforzarse por mantener su independencia y no "sobrepasar su mandato".
Viaje a Alemania
Monti viajará también muy probablemente a Alemania en la segunda mitad de agosto, pero hasta ahora el apoyo del presidente galo Hollande y la apertura de crédito del primer ministro Katainen parecen suficientes para sentarse con Rajoy a debatir la hoja de ruta de las ayudas a España. Un plan que, desde el punto de vista del professore, será un antecedente importante para cuando venga la hora de Italia.
Monti aseguró en una entrevista publicada ayer que el país no necesitará un rescate financiero, sino "un respiro" de los mercados. Y aunque la situación de España es más grave, el primer ministro transalpino intentará construir un eje con su homologo español para "suavizar" las próximas intervenciones de los fondos de rescate. Los mercados "son lentos a la hora de comprender las medidas que hemos tomado y todo lo que hemos logrado", aseguró el tecnócrata italiano.