
La situación económica se complica y las previsiones económicas que el Gobierno elaboró en diciembre se antojan demasiado optimistas. El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, comienza a reconocer que tendrán que recortarlas a la baja en el caso del crecimiento y al alza en el de la inflación, a la que ve difícil que termine el año por debajo del 3%.
Con el petróleo marcando prácticamente a diario máximos históricos que ya se sitúan por encima de los 109 dólares, Solbes admite en relación a la previsible evolución de los precios en España, que el panorama se ha complicado en los últimos meses y ha admitido la posibilidad de que la inflación no logre terminar este año por debajo del 3,0 por ciento, como había defendido hasta ahora. El Índice de Precios al Consumo (IPC) se situó en el 4,3% en enero.
"Ahora tengo alguna duda mayor sobre el nivel de cierre de la inflación. Va a depender de lo que suceda con el petróleo y lo que suceda con la alimentación en la segunda parte del año", expresó Solbes en una entrevista con Reuters.
"Ese sería nuestro objetivo y ese es nuestro deseo, estar por debajo del 3,0 por ciento. Creemos que como consecuencia de un efecto base sobre el año pasado es posible, pero hoy esa preocupación es mayor que hace unas semanas", agregó el ministro. El Gobierno sólo actualiza sus proyecciones macroeconómicas en junio y diciembre de cada año.
Crecimiento más débil
En cuanto al crecimiento, vuelve a reiterar la idea trasmitida los últimos días de que "en estos momentos es más difícil" alcanzar un crecimiento del 3,1% del PIB, previsión del Gobierno para 2008.
"Yo creo que es indudable que hay una clara desaceleración. Cuando vemos lo que está sucediendo en la economía mundial y en la economía europea y las últimas cifras que vamos viendo de unos y otros analistas, tenemos que pensar que la cifra estará por debajo de lo que inicialmente habíamos previsto", dijo Solbes el martes en una entrevista concedida a Reuters.
"En estos momentos, los analistas están hablando más bien de 2,5 por ciento, 2,6 por ciento, 2,7 por ciento, alguno del 2,4 por ciento. Por tanto, ese entorno es lo que los analistas privados están en estos momentos barajando", indicó.
Según el titular de Economía, los acontecimientos ocurridos fundamentalmente en el contexto exterior -como la crisis "subprime" procedente de los Estados Unidos- han complicado más que lo inicialmente previsto el escenario económico.
Superávit para estímulos económicos
En 2007, España alcanzó un superávit público superior a los 20.000 millones de euros, de los cuales algo más de la mitad corresponden a la Seguridad Social, cuyo destino está exclusivamente destinado a nutrir el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Para este año, la proyección del Gobierno apunta a un superávit público del 1,15 por ciento del PIB.
A la vista de esto, Solbes indicó que el montante del que dispondría el Estado para inyectar estímulos adicionales a la economía, en caso de ser necesario, ascendería a una cifra de entre 8.000 y 9.000 millones de euros.
Con relación a la evolución del mercado laboral, Solbes no descartó un suave incremento de la tasa de paro, pero dijo que basándose en la metodología de la Encuesta de la Población Activa no contempla una tasa de paro que suba a dos dígitos.
"No, en absoluto. Es cierto que hay una caída del empleo en el sector de la construcción, pero también vemos un aumento de la afiliación", dijo. "Veo posiblemente un incremento ligero de la tasa de paro, que del 8,6 por ciento podría subir algo, pero no veo una subida mucho mayor", agregó.
Sector residencial
Con relación al sector inmobiliario español, Solbes rechazó la adopción de medidas que supongan ayudas públicas o incompatibles con la propia esencia del mercado. "Yo creo que en el sector inmobiliario, sobre todo cuando estamos hablando de vivienda libre, el que ha tomado sus decisiones de inversión debe ser el que vaya buscando solución a los problemas", dijo.
No obstante, el titular de Economía añadió que sí podría tener sentido la adopción de medidas -algunas de ellas ya en marcha- en casos muy concretos de política estatal, como el fomento del alquiler y aquellos aspectos relacionados con la vivienda de protección oficial.
Sobre la previsible evolución de los precios de la vivienda libre en los próximos dos años, Solbes dijo que la historia ha demostrado que los precios nunca han bajado en términos nominales.
"En términos reales, como consecuencia de la inflación, hay una corrección del precio de la vivienda que en el pasado, con inflaciones muy altas, era muy rápido y ahora, con inflaciones menores, lógicamente ese ajuste será más lento y será más progresivo", explicó