
Una prima de riesgo superior a los 600 puntos básicos y una rentabilidad del bono a 10 años por encima del 7 por ciento, ambas referencias en niveles nunca vistos hasta ahora desde que existe el euro, alargan como nunca la sombra que el rescate total proyecta sobre España.
Con esta presión, la atención se centra en el Tesoro Público, el organismo encargado de emitir la deuda pública y que, por tanto, carga con la responsabilidad de captar el dinero para financiar las arcas estatales. El problema es que, poco a poco, se va quedando sin oxígeno... y cada vez tiene más retos.
1 Se estrecha el margen. Tras los 2.980 millones de euros que captó el Tesoro este jueves con la subasta de bonos y obligaciones, tiene cubierto el 68,6 por ciento del dinero total que se ha propuesto captar en 2012 en deuda a medio y largo plazo. Camina, por tanto, con adelanto con respecto al calendario: consumidos siete meses -el 58 por ciento del año-, ha captado algo más de dos tercios de su meta. Ahora bien, teniendo en cuenta que en el primer trimestre -el 25 por ciento del año- había cubierto el 44 por ciento del objetivo anual, desde abril ha perdido buena parte de la ventaja adquirida entre enero y marzo.
2 Objetivo: 27.000 millones de euros. En dinero, ese 68,6 por ciento se traduce en que ha captado 59.000 millones. El reto que tiene por delante consiste en captar aún 27.000 millones más para alcanzar los 86.000 millones pretendidos. Teniendo en cuenta que en agosto sólo realizará una subasta de deuda a medio y largo plazo y que luego suele convocar dos subastas de este tipo al mes, en lo que queda de año celebrará nueve subastas más. Por tanto, en cada una tendrá que recaudar 3.000 millones. O lo que es lo mismo, en cada una de ellas tendrá que lograr la misma cantidad que consiguió en la subasta del jueves... cuando para obtener ese dinero tuvo que pagar la mayor rentabilidad desde los años 90. Ó, como dicen fuentes de mercado, "unos intereses insoportables". Por tanto, si la tensión no remite, o el Tesoro se sigue rascando el bolsillo, engordando así la factura de los intereses que hay que devolver, o no podrá lograr esos 27.000 millones.
3 Sin pulso a largo plazo. El reto de lograr esa suma es mayor porque a España cada vez le cuesta más -esfuerzo y, sobre todo, dinero- financiarse a medio y largo plazo. Dicho de otro modo: el Tesoro se puede seguir financiando a través de la emisión de letras, es decir, de deuda a corto plazo, pero tiene más difícil hacerlo a través de la venta de bonos y obligaciones, cuando el organismo había centrado en estos títulos su actividad emisora en 2012.
4 "Cuestión de supervivencia". Dada esta realidad, los expertos lo tienen claro. "Es una cuestión de supervivencia. De captar dinero para refinanciar la deuda como sea. Si no puede ser con bonos, con letras", reconoce el responsable de tesorería de una entidad española. La cuestión es que España consiga por sus propios medios el dinero que necesita para afrontar el pago de su deuda; si no, el rescate total será inevitable.
5 Octubre espera con la ' guadaña'. Esta desesperación resulta lógica si se tiene presente el calendario de vencimientos. Agosto y septiembre no vienen cargados -el próximo mes vencen 9.815 millones y en septiembre, 6.595 millones-, pero octubre sí espera con aviesas intenciones, puesto que a España le caducarán ese mes casi 28.000 millones de euros. En estos momentos, en los que cuenta con casi 30.000 millones disponibles, el Tesoro puede encarar los vencimientos de agosto y septiembre. Pero debe seguir pidiendo dinero en el mercado para superar octubre. He ahí su reto. Y el de España.